El Laboratorio de Criminalística (Lacrim) de la PDI fue reveló que una bala y una pistola marca Jericho, de la institución policial, estaban involucradas en el caso del crimen de la subinspectora Valeria Vivanco, hecho ocurrido el 13 de junio en la comuna de La Granja.
Los peritajes descubrieron que el proyectil tendría ADN de Valeria, por lo que la investigación se dirigió a sus propios compañeros.
Los dos jóvenes de 17 y 19 años, acusados del asesinato se entregaron voluntariamente, pero afirman que nunca le dispararon a Valeria Vivanco.
Un comunicado de la PDI señaló que se abrió un sumario administrativo con el propósito de establecer responsabilidades de los funcionarios de la PDI en la muerte de la joven policía. De esta manera, los funcionarios que formaban parte del equipo que integraba la subinspectora Vivanco fueron suspendidos.
En tanto el fiscal Nadia Mondiglio indicó que “Se hace necesario realizar una reconstitución de escena en el sitio del suceso, lo que se concretará en los próximos días en diligencias realizadas por Carabineros de Chile. Asimismo, se solicitarán pericias avanzadas al FBI de Estados Unidos, cuyos informes serán sumados a esta investigación”.
Finalmente el prefecto inspector Alex Schwarzenberg, jefe Nacional Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado aclaró que “Ambas investigaciones están en carácter de secreto y la institución no comenta procesos en desarrollo sino que una vez que estén estos finalizados. La idea es beneficiar el esclarecimiento de los hechos sea cual sea el resultado”.
