Moscú (Sputnik).- Rusia terminará su operación militar especial en Ucrania antes del final del año en curso, afirmó el líder de la república rusa de Chechenia, Ramzán Kadírov.
“Creo que a finales de año habremos cumplido nuestra tarea al 100 por ciento”, aseguró en una entrevista concedida al canal de televisión Rossiya 24.
Expresó también su convicción de que las tropas rusas, si así lo ordena el presidente, están preparadas para entrar en la capital ucraniana, Kiev, y tomarla.
Además, Kadírov declaró la necesidad de apoderarse de ciudades como Odesa (en la costa del mar Negro) y Járkov (noreste de Ucrania), alegando que es necesario “proteger a Rusia”.
El jefe de Chechenia justificó el abandono de ciertos territorios por parte de las fuerzas rusas en el marco de la operación especial con un “movimiento táctico militar”, a fin de “continuar con su política militar”.
Entre otras cosas, aseguró que los militares rusos están plenamente entrenados y equipados con el material necesario para la operación.
En lo referente al suministro de tanques a Kiev por parte de Occidente, Kadírov destacó que Ucrania no tiene “ni fuerzas ni medios” para manejarlos.
Afirmó también que Moscú no utiliza todo su potencial militar, y advirtió que si Ucrania sigue atacando al territorio de Rusia, “se agotará la paciencia”.
Asimismo, Kadírov se mostró dispuesto a negociar con el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, “de tú a tú”, y “le haría hacer lo necesario”.
Al preguntársele si teme una tercera guerra nuclear mundial, el líder checheno apostilló que él y sus 14 hijos están dispuestos a morir si comienza, y añadió que le da miedo que “perdamos lo que tenemos”.
“Eso no debe ocurrir. Venceremos, destruiremos y demostraremos a la OTAN, a la UE y a EEUU que aún no han visto nada en esta vida. Rusia siempre ha sido un Estado fuerte, la sociedad rusa venía uniéndose, lentamente, pero lo hacía. Y ahí es adonde vamos hoy. El presidente está aplicando la política correcta, al cien por cien, infalible. Así que estoy tranquilo”, dijo Kadírov.
Desde el pasado 24 de febrero Rusia continúa una operación militar especial en Ucrania, cuyo objetivo, según el presidente ruso, Vladímir Putin, es la desmilitarización y la desnazificación del país vecino.
Numerosos países condenaron la actuación de Rusia en Ucrania y apoyan a Kiev con el suministro de armas y municiones, ayuda financiera y humanitaria.
