En el marco de los actos de traspaso de fondos desde las gobernaciones a fundaciones, han surgido en los últimos dias graves acusaciones de corrupción que involucran a gobernadores tanto del Frente Amplio como de la oposición de derecha Chile Vamos. Estos hechos han generado un gran revuelo en la opinión pública, ya que se trata de recursos públicos destinados a proyectos de desarrollo y bienestar social. El ex senador Jorge Lavandero, ha calificado estos actos como “apenas el chocolate del loro”.
Lavandero hace una impactante revelación al afirmar que el verdadero saqueo de las riquezas del país se encuentra en el robo monumental a los recursos mineros de Chile. Ya el exsenador con anterioridad denunció que “Las empresas extranjeras se llevan gratuitamente 100 mil millones de dólares anuales de nuestros recursos naturales“. Y hoy vuelve a entregar más antecedentes al respecto.
El cobre es uno de los pilares económicos de la nación, y su explotación transparente y responsable es esencial para el desarrollo del país. Desafortunadamente, según las declaraciones del ex senador, tanto Cochilco, la institución estatal encargada de fiscalizar el cobre, como la Aduana, que despacha el cobre concentrado desde los puertos, han reportado cifras que difieren de manera significativa.
Lavandero afirma que Cochilco declara que se embarcan desde Chile 12 millones de toneladas de concentrados de cobre al año, mientras que la Aduana afirma que se despachan anualmente 26 millones de toneladas de cobre concentrado, contemplando los diversos minerales que van gratuitamente en el concentrado de cobre, como el oro, hierro, cinc, molibdeno, plata, tierras raras y otros. Ambas instituciones son estatales, lo cual resulta sorprendente, ya que las diferencias entre estas cifras son siderales. Además, en los puertos de destino, las valorizaciones por cantidades y componentes de los metales incluidos no corresponden a las cifras en dólares aceptadas por el Banco Central ni a las cifras asumidas por los ministros de Economía y de Hacienda. Estos hechos suscitan sospechas de corrupción y complicidad dentro de las instituciones involucradas.
Estas revelaciones plantean serias interrogantes sobre la integridad y la gestión de las instituciones encargadas de fiscalizar y controlar el cobre en Chile. Es preocupante que estas discrepancias y las presuntas irregularidades no hayan llamado la atención de las autoridades gubernamentales. El ex senador Lavandero hace hincapié en que existen claras señales de involucramiento de diversas entidades nacionales, internacionales, privadas y publicas en esta trama corrupta.
La lucha contra la corrupción en el sector del cobre debe ser una prioridad para preservar la riqueza, la soberanía y el bienestar de Chile y su pueblo, ya que con los recursos que produce la explotación de nuestros recursos naturales, permitiría resolver todas las demandas sociales del país.
