Hay dos contradicciones que se resolverán el 7 de mayo.
La contradicción principal está entre el voto nulo y todo el resto de los votos, que pueda recoger la casta política en su conjunto para sus candidatos.
De ganar el nulo la maniobra de acordar una constitución, que solo maquille la de Pinochet se desbarrancará.
Si el nulo es pequeño, cosa que ya ningún analista ni encuestas sostienen, pues entonces la casta política simplemente le dará un retoque a la constitución neoliberal del dictador.
La contradicción secundaria que resolverán las elecciones del 7 de mayo, que solo se expresará si la casta política consigue una masa de votos significativos para sus candidatos, es cuál sector de la casta implementara el maquillaje de la constitución del 80; la derecha explícita histórica o la izquierda institucional que ya ha capitulado ante el modelo neoliberal y ante la Constitución de Pinochet.
De todo lo anterior, resulta entonces que el voto más útil, el que produce mayores efectos, el que hace andar a Chile hacia el progreso es el voto nulo.
Votar por la izquierda institucional es lo testimonial, es decir; simplemente existimos, pero no cortamos ni pinchamos.
Por todo lo anterior, el voto nulo es el voto más útil, de mayores efectos, para acabar con los abusos del gran empresariado, profundizar la democracia y recuperar nuestras riquezas naturales como el cobre y el litio.
