(360Noticias) En una jornada que prometía ser un ejercicio de libertad de expresión y participación ciudadana, el Gobierno de Gabriel Boric generó controversia al bloquear el paso a la tradicional marcha a organizaciones sociales y políticas no empadronadas por el Ministerio de Interior y Carabineros.
Desde las primeras horas de la mañana, un imponente despliegue policial estableció un cerco que solo permitía el acceso a un grupo de personas y agrupaciones que contaban con la “credencial” emitida por las autoridades.
Esta medida, que buscaba controlar el flujo de manifestantes, no fue bien recibida por quienes habían acudido con la intención de sumarse a la manifestación. La decisión generó un fuerte sentimiento de indignación entre los ciudadanos que se sintieron excluidos de la marcha.
La situación se tornó aún más tensa cuando manifestantes que intentaron unirse a la marcha fueron reprimidos por Carabineros sin una justificación aparente. Varias detenciones se llevaron a cabo durante el enfrentamiento, lo que intensificó la protesta y el repudio a la actuación policial.
