En discurso de Año Nuevo Vladimir Putin se muestra rodeado de militares

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¡Estimados ciudadanos de Rusia, queridos amigos!

Termina el año 2022. Ha sido un año de decisiones difíciles, pero imprescindibles. Hemos dado pasos muy importantes para lograr la soberanía total de Rusia y la consolidación robusta de nuestra sociedad. Ha sido un año que ha puesto muchas cosas en su sitio, al separar claramente la firmeza y el heroísmo de la traición y la cobardía, que ha demostrado que no hay fuerza mayor que el amor a los familiares y a los seres queridos, la lealtad a los amigos y a los compañeros en el frente, y la fidelidad a la patria.

Ha sido un año de acontecimientos verdaderamente cruciales que han determinado nuestro destino. Han supuesto un punto de inflexión que sienta las bases de nuestro futuro común, de nuestra verdadera independencia. Por ello es por lo que estamos luchando ahora.

Defendemos a nuestros compatriotas en nuestros territorios históricos, en los nuevos sujetos de la Federación de Rusia.

Juntos estamos construyendo y creando. Lo más importante es el destino de Rusia. Defender la patria es nuestro deber sagrado ante nuestros antepasados y ante nuestros descendientes. La verdad moral e histórica está de nuestro lado.

El año que termina ha supuesto cambios grandes y cardinales, tanto para nuestro país como para todo el mundo. Ha estado lleno de preocupación, inquietud y desasosiego, pero nuestro pueblo plurinacional, tal como fue en todas las épocas difíciles de la historia rusa, ha mostrado su valor y su dignidad. Con la palabra y con los hechos ha apoyado a los defensores de la patria, a nuestros soldados y oficiales, a todos los participantes en la operación militar especial. Siempre supimos, y hoy en día volvemos a estar convencidos de ello, que el futuro soberano, independiente y seguro de Rusia depende solo de nosotros y de nuestra fuerza y voluntad.

Las élites occidentales durante años, hipócritamente, han estado asegurándonos que tenían intenciones pacíficas, entre otras cosas, con respecto a la resolución del gravísimo conflicto en Donbass. Pero en realidad, lo que hacían era alentar a escala mundial a los neonazis que seguían llevando a cabo acciones militares, abiertamente terroristas, contra la población civil de las repúblicas populares de Donbass.

Occidente ha estado mintiendo sobre la paz y a la vez preparándose para la agresión. Hoy lo reconoce sin avergonzarse, a cara descubierta. Utilizan cínicamente a Ucrania y su pueblo para debilitar y dividir a Rusia. Nunca lo hemos permitido y nunca se lo permitiremos a nadie. Los militares de Rusia, los milicianos y los voluntarios ahora están luchando por su tierra, por la verdad y la justicia, para que las garantías de paz y seguridad queden salvaguardadas fiablemente para Rusia. Todos ellos son nuestros héroes. Son los que ahora se enfrentan a lo más difícil. De todo corazón, felicito el Año Nuevo a todos los participantes en la operación militar especial, a los que están ahora aquí, a mi lado, a los que están en el frente o en zonas cercanas a él, a los que se están entrenando en los centros de capacitación para posteriormente entrar en combate, a los que se encuentran en hospitales o ya han regresado a casa después de haber cumplido su deber. A todos los que ahora están de guardia en las unidades militares estratégicas, a todos los miembros de las fuerzas armadas de Rusia.

Estimados compañeros, les agradezco su servicio heroico. Todo nuestro enorme país está orgulloso por su fortaleza de espíritu, firmeza y valentía. Millones de personas les apoyan con su corazón y su alma. Y, sin duda, van a brindar por ustedes en su mesa de Año Nuevo. Muchas gracias a todos los que contribuyen a las operaciones militares: a los conductores y empleados ferroviarios que abastecen el frente; a los médicos y auxiliares, a las enfermeras y enfermeros que luchan por las vidas de los soldados y cuidan de los civiles heridos. Agradezco a los trabajadores e ingenieros de nuestras fábricas militares y de otra índole que hoy se entregan por completo a su labor. A los constructores que edifican instalaciones civiles y fortificaciones defensivas, ayudan a reconstruir las ciudades y los pueblos destrozados de Donbass y Novorossia.

Estimados amigos, Rusia lleva viviendo bajo sanciones desde los acontecimientos en Crimea del 2014. Pero este año nos han declarado una auténtica guerra de sanciones. Los que la iniciaron esperaban una destrucción total de nuestra industria, y de nuestro sistema financiero y de transporte. Sin embargo, esto no ha ocurrido porque entre todos hemos creado un sólido margen de resistencia. Todo lo que hemos hecho y seguimos haciendo en este ámbito está encaminado al fortalecimiento de nuestra soberanía en el sector más importante: en la economía. Y nuestra lucha por nosotros mismos, por nuestros intereses y nuestro futuro, sin duda, es un ejemplo inspirador para otros Estados: en su búsqueda de un orden mundial justo y multipolar. Considero muy importante que, durante este año que está llegando a su fin, las cualidades humanas como la misericordia, la solidaridad y la bondad hayan cobrado un especial valor para nuestra gente.

Cada vez más personas sienten la necesidad de ayudar a los demás. Se unen por iniciativa propia, sin ningún tipo de instrucciones oficiales. Quiero agradecerles por su empatía, responsabilidad y cordialidad, por involucrarse en la causa común, siendo personas de diferentes edades y nivel de ingresos. Organizan el almacenamiento y transporte de los envíos para nuestros combatientes en la zona de combate y para los residentes afectados de las ciudades y los pueblos. Organizan viajes de descanso para los niños de los nuevos sujetos de la Federación de Rusia.

Ustedes, queridos amigos, prestan un enorme apoyo a las familias de los combatientes caídos. Han entregado sus vidas para proteger las vidas de otras personas. Comprendo lo difícil que es esta noche del Año Nuevo para sus mujeres, hijos, hijas y padres, que educaron a unos auténticos héroes. Haremos todo lo posible para ayudar a las familias de nuestros compañeros caídos, sacar adelante a sus hijos, darles una educación digna, proporcionarles una profesión. Con todo mi corazón comparto su dolor y les pido que acepten mis más sinceras palabras de apoyo.

Queridos amigos, en todos los tiempos, incluidos los más difíciles, nuestro país ha celebrado la llegada del año nuevo. Fue y siempre será una fiesta sumamente querida por todos, que tiene el don mágico de hacer aflorar en la gente sus mejores cualidades, alimentar el significado de los valores familiares tradicionales, el sentido de la bondad, la generosidad y la confianza.

Cuando se recibe el nuevo año todo el mundo trata de hacer feliz a sus allegados, prestarles atención y abrigar su alma; regalarles algo con lo que habían soñado, ver el entusiasmo en los ojos de los niños, sentir la conmovedora gratitud con la que reciben nuestra atención los padres, la generación mayor que sabe valorar estos destellos de felicidad.

Amigos, ahora es el momento más adecuado para dejar atrás todas las ofensas y los malentendidos personales, para expresar a nuestros seres queridos nuestro tierno afecto, nuestro amor, y lo importante que es cuidarse los unos a los otros. Siempre, en cualquier tiempo. Ojalá estas palabras de corazón y los sentimientos nobles nos brinden la mayor fortaleza espiritual posible, la seguridad de que juntos lograremos superar todas las dificultades y preservar la grandeza y la independencia de nuestro país. Iremos solamente hacia adelante, para vencer, por el bien de nuestras familias y de Rusia, por el futuro de nuestra querida y única patria. ¡Feliz Año Nuevo, queridos amigos! ¡Feliz Año 2023!

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