“Hay hombres que nunca mueren” José Pepe Secall es uno de ellos

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Vasili Carrillo Nova

Lo conocí siendo un adolescente por allá por el año 72 o 73, cuando era parte del Grupo de Teatro El Carbón de Lota, nos toco viajar a Chuquicamata con la obra Grisu, basada en la obra Subterra de Baldomero Lillo. Ese viaje se transformo en una Gira por el centro y norte de Chile.

A nuestro paso por Santiago actuamos en el Edificio de la Unctad, hoy Edificio Gabriela Mistral y en el Teatro de la Universidad de Chile, ahí fue cuando conocí a Pepe junto al Grupo de Teatro de la CUT, quienes solidariamente nos atendieron en Santiago.

En Noviembre de 1973, después del asesinato de mi padre y ante la persecución en Lota, me vi obligado a abandonar Lota y viaje junto a algunos de mis hermanos a Santiago y al llegar a la Estación Central de Ferrocarriles en Santiago, nos estaba esperando José Secall, junto a su compañera Viviana Corvalán Castillo, hija del compañero Luis Corvalán, Secretario General del Partido Comunista.

Durante varias semanas o meses compartimos y conocimos de la solidaridad y preocupación de Pepe y de la familia Corvalán Castillo, a quienes les guardamos un eterno agradecimiento.

En Marzo de 1974 me vi obligado a abandonar nuestro país, el destino fue la RDA y estando en Alemania nuevamente me reencuentro con Pepe y una vez más como mi hermano mayor se preocupa de mi persona, yo con 17 años, solo estaba comenzando a vivir el exilio, es así como Pepe junto a sus compañeros del Grupo de Teatro de la CUT y viviendo en Rostock, me invitan a participar en una obra de teatro sobre la realidad de Chile vivida en esa época, con esa obra recorrimos Alemania y participamos en un festival de Teatro en Checoslovaquia, fueron años inolvidables en donde José Secall me cuidaba y se preocupaba como un hermano mayor junto a sus compañeros de trabajo, el Grupo de Teatro Lautaro, entre ellos también estaba Aníbal Reina, El Grupo Aparcoa, el Gitano Rodríguez.

Pasaron los años y después de regresar desde Nicaragua a Cuba, viaje, después de siete años a ver a mi madre y hermanos, que estaban en la Unión Soviética y fue así como nuevamente me encontré con Pepe en Moscú, en esa oportunidad junto a Viviana y nuevamente recibí el cariño de Pepe y Viviana.

Relato todos estos pasajes, porque después del asesinato de mi padre y mi exilio en la RDA, si hay alguien importante en mi vida fue mi amigo, hermano y compañero José Secall y cada vez que nos encontramos en Santiago o en otro lugar, su cariño era tremendo, es tan así que hace unos meses atrás y pese a su delicado estado de salud me grabó y envió un mensaje de apoyo a mi candidatura Constituyente.

Hoy hermano, amigo y compañero he sabido con mucho dolor de tu partida y no puedo estar ahí para decirte hasta pronto hermano, pero como tu eres uno de esos hombres que nunca mueren, que dejan huellas de humanidad y consecuencia, ten plena seguridad que permanecerás por siempre en la memoria y en mi recuerdo, así como en la memoria de miles. Hasta siempre hermano!!!

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