(360Noticias) El ministro de Interior, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello, informó recientemente sobre la detención de un militar estadounidense en suelo venezolano, quien formaba parte de un plan desestabilizador destinado a atentar contra la vida del presidente Nicolás Maduro y altos funcionarios del servicio de inteligencia SEBIN. Según Cabello, la intención del militar era cobrar una recompensa ofrecida por el gobierno de Estados Unidos.
Durante el programa número 493 de Con el Mazo Dando, Cabello, también primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), señaló que las autoridades estadounidenses habrían intentado comunicarse con el gobierno venezolano en relación a la detención. Sin embargo, el propio ministro desmintió cualquier conversación oficial entre ambos gobiernos, lanzando una punzante crítica: “Será con [Juan] Guaidó o con Edmundo González que están hablando… ¡Dios me cuide!”.
Este caso refuerza las acusaciones reiteradas del gobierno venezolano sobre el intervencionismo sistemático de Estados Unidos en los asuntos internos del país. Las políticas agresivas y las injerencias, desde sanciones económicas hasta intentos de desestabilización política, han sido una constante en la relación entre ambos países.
El portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., a través de un comunicado en la cadena CNN, denunció la detención de un marine estadounidense que, supuestamente, estaba de visita en Venezuela en un “viaje personal”. La versión estadounidense sostiene que este militar fue arrestado el 30 de agosto de 2024 y se encuentra recluido en el Helicoide.
Esta narrativa por parte de Estados Unidos busca minimizar la gravedad de los hechos, presentando la detención como un malentendido. No obstante, el gobierno venezolano ha señalado que la presencia de agentes extranjeros vinculados a operaciones encubiertas forma parte de un patrón de intervención que busca socavar la soberanía y la estabilidad del país.
Contexto de agresión e intervención
Este incidente ocurre en un contexto de largas décadas de injerencia estadounidense en Venezuela. Desde el apoyo al fallido golpe de Estado en 2002 hasta la imposición de sanciones económicas devastadoras, Washington ha mantenido una postura agresiva hacia los gobiernos venezolanos que se oponen a sus intereses geopolíticos.
La detención de este militar no es un hecho aislado, sino parte de un entramado más amplio de intentos por desestabilizar a Venezuela. El gobierno bolivariano ha denunciado reiteradamente que Estados Unidos recurre a tácticas encubiertas para eliminar a líderes clave de la Revolución Bolivariana, y este caso podría representar un ejemplo más de esa política intervencionista.
Diosdado Cabello concluyó subrayando que la Revolución Bolivariana, liderada por Nicolás Maduro, no cederá ante las presiones ni los intentos de agresión extranjera, reafirmando el compromiso del país con la defensa de su soberanía y la integridad de sus instituciones.