(360Noticias) El pasado fin de semana, el Parque Almagro de Santiago se convirtió en escenario de violencia, protagonizada por un grupo de venezolanos de ultraderecha congregados en una manifestación contra el gobierno de Nicolás Maduro. La actividad, que fue promovida por figuras políticas de Renovación Nacional (RN) y la Unión Demócrata Independiente (UDI), como Pancho Orrego, Karla Rubilar y Mario Desbordes, logró aglutinar a varios centenares de personas, entre ellas venezolanos en situación migratoria irregular y con residencia permanente en Chile.
Lo que inicialmente comenzó como una protesta, rápidamente escaló en un acto de suma violencia. Los manifestantes arremetieron contra los carabineros que se encontraban en el lugar para resguardar el orden, lanzando objetos contundentes y propinando golpes de puño a los uniformados. Este acto de agresión generó una oleada de indignación en las redes sociales, donde muchos chilenos expresaron su rechazo ante lo que consideran una falta de respeto a las leyes y a las autoridades del país.
La situación fue aún más tensa debido a los graves destrozos ocasionados al Parque Almagro, un espacio público que quedó afectado tras la confrontación. Este episodio pone nuevamente en evidencia la postura de la derecha chilena, que ha sido señalada en repetidas ocasiones por promocionar la entrada de migrantes ilegales en Chile. Según sus críticos, estas acciones no son más que una estrategia para obtener réditos electorales, mientras se ignoran las consecuencias de una política migratoria que ha permitido el ingreso de grandes bandas delincuenciales que hoy generan crímenes en el país.