(360Noticias) Por orden del gobierno del presidente Gabriel Boric, las fuerzas especiales de Carabineros llevaron a cabo el desalojo de la Comunidad Mauricio Fredes en Quilicura, integrada por casi 300 personas.
En la toma de terrenos Mauricio Fredes, los pobladores habían levantado una serie de infraestructuras y espacios comunitarios que beneficiaban a sus familias, incluyendo una biblioteca, plazas infantiles y diversas iniciativas sociales. Estos proyectos representaban un esfuerzo significativo por parte de la comunidad para mejorar sus condiciones de vida.
El desalojo se enmarca en lo que muchos han calificado como una política represiva del gobierno de Boric, criticada por su dureza en la represión del derecho a la vivienda de los millones de allegados a lo largo del país. Este evento ha traído a la memoria colectiva las dolorosas imágenes de la toma del 17 de mayo, donde Carabineros, en una acción similar, quemaron viviendas y muebles de los pobladores, incluyendo una escuela, y donde se reportaron agresiones a niños y mujeres.
La comunidad y diversas organizaciones sociales han condenado el desalojo, argumentando que este tipo de acciones no solo vulneran el derecho a la vivienda, sino que también destruyen el tejido social y las iniciativas comunitarias que buscan paliar la falta de recursos y oportunidades.
Hasta el momento, no se ha proporcionado una solución alternativa para las familias desalojadas, aumentando la tensión y la incertidumbre sobre su futuro.