Una exalumna del colegio Cumbres ha presentado una demanda contra la congregación religiosa Legionarios de Cristo por abusos sexuales, de poder y tortura. La demandante alega que fue víctima de abusos sistemáticos durante su tiempo en el Centro Estudiantil para la vida consagrada, donde sacerdotes, seminaristas y autoridades de la congregación actuaban en grupo y bajo la influencia de drogas. Los hechos ocurrieron cuando era menor de edad y estuvo en el centro durante dos años.
La denuncia detalla que la demandante sufrió abusos sexuales, físicos y espirituales por parte de distintos miembros de los Legionarios de Cristo y de las Consagradas del Regnum Christi. Los abusos se llevaron a cabo en las instalaciones de la congregación y en otros lugares indeterminados. La demandante también afirma que trató de pedir ayuda a la directora de las Consagradas, pero fue ignorada y silenciada.
La demanda presentada en el Juzgado de Letras en lo Civil de Santiago, por la Fundación para la Confianza en representación de una mujer de 32 años señala “Fui abusada sistemáticamente tanto sexual como física y espiritualmente, entre los años 2008 y febrero del 2010, en que permanecí en el Centro Estudiantil —un proceso de formación y discernimiento para la vida consagrada— por mi asistente, la directora de las Consagradas y distintos sacerdotes de la Congregación, en dependencias de la casa en que vivíamos en comunidad y en otros lugares indeterminados, nadie hizo nada para protegerme y evitar los abusos. Incluso, cuando traté de pedir ayuda, antes que los abusos incrementaran, a la directora de las Consagradas, ésta decidió ignorarme y encubrir todo obligándome a guardar silencio de todo lo que estaba viviendo, siempre con superioridad y manipulación”.
La denunciante pide una indemnización de $750 millones de pesos por daño moral a la Congregación Legionarios de Cristo. La causa también señala que la congregación estaba al tanto de los abusos y tenía la capacidad de prevenirlos o tomar medidas, pero optó por no hacerlo.
Previas denuncias canónicas fueron presentadas en 2019 ante la Conferencia Episcopal de Chile y la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma, pero ambas fueron cerradas por falta de credibilidad o pruebas suficientes.
La demanda busca responsabilizar a la congregación por los daños sufridos y destaca que la negligencia de la institución fue la causa principal del sufrimiento de la demandante.