WASHINGTON, (360Noticias). Estados Unidos elogia el “diálogo de buena fe” con Venezuela, manifestó el portavoz adjunto del Departamento de Estado de EE.UU., Vedant Patel, comentando el anuncio del presidente venezolano, Nicolás Maduro, sobre la próxima reanudación de las conversaciones directas entre Washington y Caracas.
“En el contexto de Venezuela, han escuchado de nosotros que estamos a favor del diálogo de buena fe”, resaltó el vocero.
Además, Patel precisó que EE.UU. apoya “el deseo del pueblo venezolano de celebrar elecciones competitivas e inclusivas el 28 de julio”. “Sabemos que el cambio democrático no será fácil, sin duda este paso requiere un compromiso profundo. Seguiremos trabajando con la comunidad internacional y los actores democráticos en Venezuela para apoyar las aspiraciones del pueblo venezolano”, resumió el portavoz.
Previamente, Maduro anunció que Venezuela reanuda las conversaciones directas con Estados Unidos para restablecer las relaciones entre ambos países. En particular, el presidente señaló que en las conversaciones, que comenzarán el miércoles 3 de julio, participarán el presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), Jorge Rodríguez Gómez, quien es el “jefe de la Comisión del Diálogo Nacional”, y Héctor Rodríguez Castro, como representante de Caracas en el diálogo.
El Gobierno venezolano rompió relaciones diplomáticas con Estados Unidos el 23 de enero de 2019 después de que la Administración estadounidense reconociera a Juan Guaidó como presidente interino de la República. Estados Unidos y sus aliados han impuesto unilateralmente más de 930 medidas restrictivas contra Venezuela. El mayor daño a la economía de la república fue causado por las sanciones de 2019 contra la empresa estatal de petróleo y gas PDVSA. Según algunos informes, Venezuela ha perdido más de 232.000 millones de dólares debido a las sanciones estadounidenses contra la industria del petróleo y el gas, las pérdidas totales de la economía se estiman en 642.000 millones de dólares, con alrededor de 30.000 millones de dólares pertenecientes a la república congelados en bancos occidentales.