(Depresión económica) Las economías latinoamericanas resistieron bien el año pasado: la economía de la región creció casi un 4 %, el empleo repuntó con fuerza y el sector servicios se recuperó de los daños causados por la pandemia. Solo Chile contrasta con los demás países de América Latina que tendrá una crecimiento negativo.
Sin embargo, la inflación subyacente (es decir, excluidos los alimentos y la energía) sigue siendo elevada.
El FMI señala que los países emergentes y en desarrollo ya están tomando la delantera en muchos casos, con una tasa de crecimiento (cuarto trimestre frente a cuarto trimestre) que pasó del 2,8 % en 2022 al 4,5 % este año. La ralentización se concentra en las economías avanzadas, sobre todo en la zona euro y el Reino Unido, donde se espera que el crecimiento caiga este año.