(360Noticias) Santiago, Chile – Adolfo Numi, presidente de los comerciantes del Barrio Meiggs, ha lanzado serias acusaciones que exigen una investigación exhaustiva: afirma que existe una preocupante relación entre Carabineros de Chile y la peligrosa banda criminal conocida como el Tren de Aragua. De confirmarse, estas denuncias revelarían una alarmante descomposición dentro de una de las instituciones más importantes del país.
No se trata de casos aislados de corrupción, sino de una red amplia y bien estructurada. Hasta ahora, 13 carabineros están implicados, y el número podría aumentar a medida que avanza la investigación. Esta situación plantea la posibilidad de que bandas criminales estén influyendo en el funcionamiento de instituciones estatales chilenas.
Las acusaciones se vuelven aún más serias al recordar incidentes previos. Uno de los más notables fue el asesinato de la periodista Francisca Sandoval, quien fue baleada mientras cubría una manifestación en el Barrio Meiggs. Pese a que los guardias de los toldos azules, uno de ellos autor del crimen, fueron vistos disparando impunemente frente a carabineros, no se realizaron arrestos inmediatos. Este episodio sugiere una preocupante inacción por parte de las fuerzas de seguridad.
Numi sostiene que Carabineros utilizaba al Tren de Aragua para intimidar a los comerciantes del barrio. Según él, la policía ofrecía protección a cambio de grandes sumas de dinero, después de haber permitido que las bandas criminales generaran un clima de terror. “Los mismos carabineros se jactaban de tener relaciones con el Tren de Aragua”, denuncia Numi. “El negocio era abandonar el barrio y después por ir a cuidar cobraban”, señaló Numi.
Estas revelaciones han sacudido la confianza pública en Carabineros, una institución que ya ha enfrentado críticas por otros casos de corrupción y uso excesivo de la fuerza. La situación profundiza la sensación de inseguridad entre los chilenos, ya que los órganos encargados de velar por la seguridad y el orden público, tendrían una complicidad con las bandas a las cuales hay que perseguir.
La urgencia de una investigación a fondo es indiscutible. Se debe esclarecer hasta qué punto han llegado estas presuntas relaciones y determinar las responsabilidades jerárquicas correspondientes. Además, es crucial proteger a quienes se atreven a denunciar estas prácticas, como Adolfo Numi, y garantizar que la verdad salga a la luz.
Este caso no solo afecta a los comerciantes del Barrio Meiggs, sino que pone en juego la integridad y credibilidad de una institución clave para la seguridad y el estado de derecho en Chile. Todos merecemos saber la verdad y que se tomen medidas firmes para erradicar cualquier forma de corrupción dentro de Carabineros.