El locutor Cesar Abu-Eid Charad (César Abu Eid Charad) compañero de Daniel Jadu en el programa “Sin Maquillaje” criticó al Partido Comunista y su administración de la Radio Nuevo Mundo, acusando que no le pagaron de forma ordenadas las imposiciones, por lo que tiene lagunas importantes en su cotización.
El locutor en la carta pública se dirige a Guillermo Teillier, y al partido comunista de incumplimientos laborales y que durante muchos años no le pagaron las imposiciones. Abu-Aid señala “Entonces yo le preguntaría al señor Teillier ¿Y acaso los trabajadores no merecemos también un poco de dignidad?”.
Señor Director:
Soy un trabajador de la cultura, actor, locutor y gestor cultural. Como tal, estoy sujeto a los avatares de todos los trabajadores y, más aún, a la precariedad en que vivimos aquellos que laboramos en el mundo de lo intangible.
En septiembre de 1988 fui contratado por Radio Nuevo Mundo, como lector del noticiario central y como “voz” de la radio. En 1991, comencé a conducir el matinal de la emisora, labor que cumplí hasta el año 2015. Durante todo ese tiempo, si bien mi sueldo fue siempre cancelado, no ocurrió lo mismo con mis imposiciones, las que no fueron declaradas y, por ende, tampoco pagadas, hasta 2013 fecha desde la cual, aunque con lagunas, han sido canceladas.
En el verano de 2015, fui informado del fin del matinal. De ahí en adelante, se me asignaron funciones menores, sin explicarme jamás las razones del cambio y sin que mi contrato fuera modificado. Se trató de un evidente menoscabo a mi calidad de trabajador radial.
Además, a partir de la pandemia no se me han asignado tareas, y pese a que yo lo he solicitado por escrito, profundizándose la situación de maltrato laboral.
Por otra parte, mi sueldo dejó de ser reajustado en septiembre de 2006. Por lo tanto, y dado que el IPC acumulado alcanza al 89,1%, mi salario se ha depreciado en ese mismo porcentaje.
A toda esta situación de menosprecio por el trabajo, se agrega que hay meses, como el de septiembre de este año, en que mi sueldo ha quedado impago, por lo que me vi en la necesidad de hacer una denuncia ante la Inspección del Trabajo. El salario de Octubre va por el mismo camino. Hasta ahora, ninguna señal del pago.
Poniendo en el tapete la situación, he escrito al responsable de la emisora, sin obtener respuesta.
Tampoco la he recibido a los correos enviados a los y las parlamentarios y parlamentarias del partido político al que está vinculada la radio.
El mismo silencio ha seguido al correo enviado al señor Guillermo Teillier, a quien me dirijo entonces a través de su medio, en la esperanza de que tome cartas en el asunto, haciéndose cargo de la declarada misión de su partido de defender a los trabajadores y de sus propias palabras: “los empresarios chilenos no tienen ningún sentimiento de humanidad hacia sus trabajadores” o “los trabajadores no pueden continuar siendo los principales receptores del impacto de los problemas en la economía”.
Sin ir más lejos, en estos últimos días, y a propósito de las trabas para que Karol Cariola asuma como presidenta de la Cámara de Diputadas y Diputados, he leído cómo el señor Teillier ha invocado repetidamente la palabra dignidad. Entonces, yo le preguntaría al señor Teillier: ¿Y acaso los trabajadores no merecemos también un poco de dignidad?