Telescopio James Webb detecta materia orgánica en primeras galaxias del universo

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TASS. El telescopio orbital James Webb descubrió numerosas moléculas de hidrocarburos aromáticos en una de las galaxias del universo primitivo, situada a 12.000 millones de años luz de la Tierra. Esto permitió a los científicos estudiar por primera vez cómo surgió la materia orgánica 1.500 millones de años después del Big Bang, informó este lunes la Universidad A&M de Texas (EE.UU.).

“Estas grandes moléculas orgánicas son bastante comunes en el espacio. En el pasado, creíamos que se encontraban principalmente en las proximidades de las estrellas en formación, lo que nos permitía utilizarlas como indicadores de la formación estelar. Nuestras observaciones de una antigua galaxia indican que lo más probable es que este no fuera el caso en el universo primitivo”, afirmó Justin Spilker, profesor asociado de la Universidad A&M de Texas.

Hasta hace poco, los astrónomos habían asumido que los compuestos orgánicos eran extremadamente raros en la galaxia y en el universo en su conjunto. Cuando los científicos estudiaron por primera vez en detalle los “embriones” de estrellas y nubes de gas interestelar, descubrieron que no era así. Resultaron contener enormes cantidades de los hidrocarburos más simples, alcoholes, azúcares y aminoácidos. Más tarde se encontraron rastros de ellos incluso en galaxias muy alejadas de nosotros.

Spilker y sus colegas descubrieron la presencia de compuestos orgánicos complejos incluso en las galaxias más antiguas del universo. Los científicos hicieron el descubrimiento mientras estudiaban los datos recogidos por el telescopio orbital James Webb durante las observaciones de la galaxia SPT0418-47, situada en la constelación del Reloj, a unos 12.000 millones de años luz de la Tierra.

La materia orgánica más antigua del universo

Los astrónomos explican que esta galaxia atrae desde hace tiempo la atención de los científicos porque su radiación se amplifica unas 30-35 veces en su camino hacia la Tierra bajo el efecto gravitatorio de una galaxia más cercana a nosotros, que se encuentra a una distancia relativamente corta de la Tierra, unos 3.000 millones de años luz. Se trata de una oportunidad única para que los científicos estudien en detalle la galaxia SPT0418-47 tal y como apareció apenas 1.500 millones de años después del Big Bang.

El lanzamiento del telescopio orbital James Webb brindó a los científicos la primera oportunidad de analizar el espectro infrarrojo de SPT0418-47 y estudiar los cúmulos de polvo frío de esta antigua galaxia. Los científicos estaban especialmente interesados en saber si en su interior había compuestos orgánicos y si se comportaban como los compuestos orgánicos de la Vía Láctea y sus vecinos más cercanos.

El análisis realizado por los científicos del espectro infrarrojo de SPT0418-47 indicó que esta galaxia contenía acumulaciones bastante grandes de hidrocarburos aromáticos, lo que indica la presencia de importantes reservas de materia orgánica en el universo primitivo. Al hacerlo, los investigadores descubrieron que estos cúmulos de materia orgánica no estaban distribuidos por la antigua galaxia del mismo modo que en la Vía Láctea y otras galaxias modernas, donde los hidrocarburos aromáticos se concentran en las zonas de formación estelar.

Spilker y sus colegas sugieren que estas diferencias pueden deberse tanto a características aún desconocidas en el comportamiento del polvo dentro de las galaxias antiguas, como al hecho de que las estrellas de SPT0418-47 y sus análogas producen una cantidad inusualmente grande de ultravioleta que degrada rápidamente ciertos tipos de compuestos orgánicos aromáticos. Según los científicos, las observaciones posteriores con James Webb y otros telescopios ayudarán a comprender a qué se debe esta característica inusual de las galaxias antiguas.

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