Miguel Fernández Martínez
La Habana, 3 oct (Sputnik).- Las rachas de viento de más de 200 kilómetros por hora del huracán Ian impactaron con violencia en buena parte de la provincia de Pinar del Río, en el extremo oeste de Cuba, el 27 de septiembre, dejando tras de si tierras arrasadas, casas destruidas, lágrimas y desesperanzas.
Las imágenes sacudían. Viviendas sin techos, inundaciones, derrumbes, postes del servicio eléctrico partidos, cables rotos, desolación en los campos y ciudades por donde pasó el huracán. Rostros salpicados de lágrimas de frustración y de impotencia.
De acuerdo a datos preliminares publicados por la prensa local, en Pinar del Río todavía permanecen 1.959 personas evacuadas y 228 familias no tienen viviendas a dónde regresar. Sus casas humildes sucumbieron ante la fuerza del viento. Lo perdieron todo.
Más de 29.000 viviendas fueron afectadas en esta zona del occidente de la isla, 2.213 derrumbes totales, 396 escuelas y 122 instalaciones de Salud Pública fueron seriamente dañadas, y hasta el momento, solo ha podido recuperarse el 1,6 por ciento del servicio eléctrico, después que cayeran al piso 3.818 postes del tendido eléctrico.
Hasta ahora, se conoce de la muerte de tres personas –todos en Pinar del Río-, entre ellos una mujer que fue aplastada por el derribo de una de las paredes de su casa, y un hombre que resultó electrocutado mientras intentaba desconectar y proteger una turbina de agua. La tercera víctima perdió la vida al desplomarse el techo de su vivienda.
En el campo, el escenario resulta deprimente. Terrenos sembrados completamente inundados de agua, destruidos, y casas de tabaco ( los lugares donde se secan y se seleccionan las hojas) destrozadas.
IMPACTO EN LA HABANA
Aunque el impacto de los fuertes vientos se sintieron en La Habana con fuerza de tormenta tropical, con vientos máximos sostenidos de 80 kilómetros por hora, llegándose a sentir rachas que superaron los 120 kilómetros por hora, la devastación se hizo sentir en buena parte de la ciudad.
Árboles caídos, una buena parte del tendido eléctrico en el suelo, inundaciones costeras y afectaciones en zonas residenciales dejaron sus huellas en la capital de la isla.
Hasta el momento, se mantienen 148 personas evacuadas, fueron afectadas 986 viviendas, y el servicio eléctrico faltó por más de cuatro días en casi toda la ciudad, que se ha ido restableciendo paulatinamente en todas las zonas.
OTROS TERRITORIOS AFECTADOS
En el municipio especial Isla de la Juventud, en el suroeste de Cuba, primer territorio en sentir los embates del huracán Ian, ya se ha logrado recuperar el 98 por ciento del servicio eléctrico y el 97 por ciento de la telefonía móvil, después de cuatro días de intensos trabajos recuperativos.
En la provincia de Artemisa, otra de las zonas afectadas, se mantienen afectaciones en el servicio eléctrico en más del 60 por ciento del territorio, y se registran 6.898 viviendas afectadas, la gran mayoría en los techos; mientras que en la provincia de Mayabeque 51 personas permanecen evacuadas en casas de familia por afectaciones en sus viviendas.
AYUDA INTERNACIONAL
Después del paso del devastador huracán, la ayuda internacional comenzó a llegar a la isla, entre otras un envío de ocho toneladas de insumos médicos donados por las Organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud (OMS/OPS), para contribuir con la atención sanitaria de los damnificados.
También Argentina ofreció ayuda y anunció el envío de pastillas potabilizadoras y otros insumos, a través de la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria Cascos Blancos (Aciah), con las cuales se podrá potabilizar hasta 950.000 litros de agua.
A su vez, desde la nación suramericana se prevé enviar a Cuba kits de cocina, que podrían ser destinados a quienes permanecen evacuados y requieren insumos básicos para preparar su alimentación.
Venezuela y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) también enviaron donaciones para enfrentar la crisis.
Por su parte, México ha enviado más de 100 toneladas de ayuda solidaria en 16 vuelos a Cuba, tras el huracán Ian, que incluye insumos eléctricos, así como a 17 técnicos electricistas y especialistas mexicanos en generación que están apoyando desde el primer momento a sus colegas de Unión Eléctrica cubana.
La recuperación avanza pero tomará tiempo. El Gobierno cubano no ha publicado cifras preliminares de daños, pero por su magnitud, serán cuantiosas. Se anunció la entrega de créditos y subsidios para las personas más vulnerables que sufrieron pérdidas, se trabaja en la limpieza de escombros, en la reanimación de los principales servicios de agua, luz y telefonía, y sobre todo, en devolverle la confianza a los que perdieron todo.