El sistema SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication) o Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales es la plataforma de mensajería financiera en el que se basan todas las transacciones internacionales. Permite a los países comerciar entre sí. Estar desconectado de ella es sinónimo de embargo y asfixia económica.
Estados Unidos tiene un peso considerable en esta piedra angular del sistema monetario internacional, complementado por el famoso “petrodólar”, es decir, el hecho de que todos los países del mundo paguen sus importaciones de petróleo en dólares. Orden del imperio…
Estos instrumentos económicos permiten a Washington tener un déficit comercial crónico sin afectar a su tipo de cambio, recopilar datos sobre sus adversarios y aplastar a sus oponentes con sanciones.
Irán ha pagado el precio. El país ya no tiene acceso al sistema SWIFT, lo que le hizo perder instantáneamente la mitad de sus ingresos por exportación de petróleo. De ahí el uso del bitcoin por parte del banco central persa para pagar las importaciones, por cierto.
Y lo que es más preocupante para la paz en Europa, a la República Islámica podría unirse pronto Rusia:
“Quiero ser muy claro para quienes nos escuchan en Moscú, Kiev y otras capitales del mundo: una invasión rusa desencadenará sanciones económicas devastadoras, como nunca antes hemos visto”, dijo el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Menéndez, refiriéndose a la red SWIFT.
Sistema SWIFT, EEUU y los sonidos de guerra
¿Por qué los americanos han sacado los tambores de guerra? Porque Washington quiere integrar a Ucrania en la OTAN. Pero no sólo eso. También es una reacción a las 100 mil tropas rusas acumuladas en la frontera ucraniana como medida de disuasión.
El jefe de la defensa rusa dijo que Estados Unidos está formando una “brigada multiesfera” en Europa. Sergey Shoigu habló después del Presidente Putin en una conferencia del Ministerio de Defensa ruso. Estas son algunas de sus declaraciones recogidas por RIA News:
1- Estados Unidos planea suministrar varios sistemas de armas de misiles de ataque a Europa.
2.- Cerca de 8 mil unidades de Estados Unidos están desplegadas en Europa del Este (las que no se fueron tras el ejercicio militar “Defender Europa”)
3.- En la región de Donetsk, más de 120 mercenarios de empresas militares privadas estadounidenses equipan y entrenan a las fuerzas especiales ucranianas.
4.- Las empresas militares privadas estadounidenses están preparando provocaciones mediante ataques químicos en el este de Ucrania.
Joe Biden está usando de manera clara a Kiev como carnada para arrinconar a Rusia. Así ha sido desde el golpe de Estado de 2014, tras la decisión del gobierno ucraniano de no firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea (colonización económica) en favor de un acuerdo con Rusia.
Integrar a Ucrania en la OTAN empujaría a Rusia a invadir Ucrania, lo que daría a Occidente una excusa para desconectar a Rusia de la red SWIFT en el proceso.
Sin embargo, el primer ministro ruso, advirtió en 2019 que una desconexión de la red SWIFT equivaldría a una declaración de guerra. Por tanto, no es imposible que Rusia no sólo invada Ucrania si la parte occidental continúa con sus provocaciones belicosas.
Berlín también ha entrado en la palestra al anunciar que el gasoducto ruso Nord Stream II, que une a Rusia directamente con Alemania a través del Mar Báltico, no se certificará antes de mediados de 2022. Esta luz verde es el último paso antes de la puesta en marcha de un gasoducto cuya construcción ya ha finalizado.
Desgraciadamente, Alemania obedece a Estados Unidos, que sueña con sustituir las importaciones europeas de gas de Rusia por su propio gas procedente de la extracción de petróleo de esquisto (mucho más caro por los costes de transporte).
Como resultado de estas disputas geopolíticas, el precio de los contratos de electricidad para el próximo año ha subido un 400% en Alemania y en casi toda Europa:
“Los precios de la electricidad en Alemania se han disparado, mientras que los costes del gas natural en Europa se elevan (debido a las preocupaciones geopolíticas y a la falta de suministro)”.
Algunos proveedores alternativos, competidores de EDF y Engie, no han dudado en los últimos meses en aumentar las tarifas de sus ofertas en un 20%, o incluso un 40% para los nuevos clientes, así como para los que ya tienen un contrato…
El 47% de las importaciones de gas de Europa proceden de Rusia. ¿Qué ocurrirá si se corta el suministro por completo? Esto ya ocurre en parte, ya que el gasoducto Yamal-Europa (a través de Bielorrusia, Polonia y Alemania) sólo funciona al 5% de su capacidad desde el domingo.
Bitcoin, SWIFT, inflación y ciberataques
En represalia, Rusia y China se comprometieron esta semana a aumentar la proporción de sus monedas nacionales en la liquidación del comercio bilateral, dijo Yuri Ushakov, asesor de política exterior de Putin. “Se ha prestado especial atención a la necesidad de intensificar los esfuerzos para formar una infraestructura financiera independiente de la red SWIFT.
La medida “parece ser la respuesta de Rusia a las amenazas de desconexión de la red SWIFT”, declaró Li Xin, director del Centro de Estudios sobre Rusia y Asia Central, al Global Times.
Por el momento, la mayoría de las transacciones entre China y Rusia siguen realizándose a través del sistema SWIFT. En cambio, las liquidaciones comerciales bilaterales en dólares estadounidenses han caído al 46% desde el 90% de 2015.
Las exportaciones chinas incluyen teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles y piezas de automóviles, mientras que sobre todo recursos energéticos (petróleo crudo, gas natural y carbón).
Li cree que China y Rusia deben establecer “sus propios sistemas de transmisión de información financiera para protegerse de un embargo estadounidense”. Esto es oportuno ya que China lanzó el Sistema de Pagos Interbancarios Transfronterizos (CIPS) en 2015.
Rusia también tiene su propio sistema (SPFS) que reproduce las funciones del sistema de transferencias interbancarias SWIFT, con sede en Bruselas, utilizando los mismos estándares.
Actualmente, el 20% de las transferencias nacionales se realizan a través del PESA. Veintitrés bancos rusos se han unido al CIPS, mientras que sólo un banco chino, Bank of China, está actualmente conectado al PESA.
Rusia también podría superar la desconexión de los sistemas de pago de Visa y MasterCard a través del sistema nacional de tarjetas de pago. Este sistema, llamado Mir (“mundo” en ruso), es propiedad al cien por cien del banco central ruso y funciona como cámara de compensación para procesar las transacciones con tarjeta en Rusia.
El Comercio Internacional podría paralizarse por completo si Rusia y China salen del sistema Swift
El Carnegie Moscow Center informa de que la cuota de transacciones de Mir alcanza ya el 24% de todas las transacciones nacionales con tarjeta. Se han emitido 73 millones de tarjetas con el sistema Mir desde su lanzamiento en 2014. Sin embargo, hacer transferencias internacionales será más difícil en países hostiles.
Li predijo que estos sistemas se harán populares entre las empresas europeas desencantadas con Estados Unidos y deseosas de comerciar con Rusia. Por no mencionar que es muy probable que los rusos emprendan una ciberguerra contra la red SWIFT si ésta se desconecta…
El comercio mundial podría entonces congelarse por completo, lo que tendría el mismo efecto que el reciente bloqueo del Canal de Suez tras el ciberataque al petrolero Evergreen. La misma que ayudó a interrumpir la cadena de suministro mundial y provocó una escasez que actualmente está llevando la inflación a niveles no vistos desde hace 40 años.
Esta guerra fría monetaria es un buen augurio para el bitcoin. Por un lado, el uso de bitcoin se disparará si Rusia se desconecta realmente de la red SWIFT. Dicho esto, el Banco Central ruso propuso recientemente la prohibición de la compra de bitcoin por parte de particulares. En segundo lugar, por la monstruosa inflación que supondría un cierre de SWIFT.
El Bitcoin es una ciudadela cibernética inexpugnable, el último refugio contra el ciberataque al sistema financiero internacional anticipado por el Foro Económico Mundial (FEM).