La policía con equipo antidisturbios comenzó a desalojar a los activistas climáticos de una aldea de Luetzerath abandonada en el oeste de Alemania que será demolida para la expansión de una mina de carbón. La pequeña aldea, que se ha convertido en un punto álgido del debate sobre los esfuerzos climáticos del país.
“Hoy tengo mucho miedo”, dijo Petra Mueller, una residente local de 53 años que había estado en el sitio durante varios días, desde una ventana del último piso de una de las pocas casas restantes. Mueller dijo que todavía tenía la esperanza de preservar lo que queda de Luetzerath “hasta que no quede nada en pie; la esperanza es lo último que se pierde”.
Los ambientalistas dicen que demoler el pueblo para expandir la cercana mina de carbón Garzweiler resultaría en enormes cantidades de emisiones de gases de efecto invernadero. El gobierno y la empresa de servicios públicos RWE argumentan que el carbón es necesario para garantizar la seguridad energética de Alemania.
Sin embargo, un estudio del Instituto Alemán de Investigación Económica cuestiona la postura del gobierno. Sus autores encontraron que en su lugar se podrían usar otros yacimientos de carbón existentes, aunque el costo para RWE sería mayor.
Otra alternativa sería que Alemania aumentara la producción de energía renovable, recortara la demanda a través de medidas de eficiencia energética o importara más carbón o gas del exterior, según el estudio.
Algunos activistas expresaron un enfado particular con el Partido Verde ambientalista, que es parte de los gobiernos regionales y nacionales que llegaron a un acuerdo con RWE el año pasado que le permite destruir la aldea a cambio de terminar con el uso del carbón para 2030, en lugar de 2038.
“Creo que la protección climática y las protestas necesitan símbolos, pero la aldea vacía de Luetzerath, donde ya no vive nadie, es el símbolo equivocado desde mi punto de vista”, dijo el vicecanciller Robert Habeck, un verde que es ministro de economía y clima de Alemania. reporteros en Berlín.
Los activistas climáticos responden que la expansión de una enorme mina de carbón a cielo abierto va en contra de los compromisos internacionales de Alemania para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que calientan el planeta. Se espera que el país no alcance sus ambiciosos objetivos por segundo año consecutivo.