Por Félix Madariaga
Recientemente publicamos un artículo relacionado con la creciente importancia de las tierras raras en Ucrania. Pocos días después, se oficializó el anuncio de un acuerdo entre Estados Unidos y Ucrania para negociar la explotación de estos minerales estratégicos (Tierras raras). Este hecho, que parece confirmar lo que ya anticipábamos, no solo tiene implicancias económicas, sino también profundas consecuencias geopolíticas.
A pesar de las declaraciones del expresidente Donald Trump, quien ha negado que se trate de una compensación por el apoyo brindado a Ucrania, resulta evidente que Estados Unidos busca consolidar su influencia en una región clave.
La explotación de tierras raras podría servir como herramienta para contrarrestar el avance económico de China, pero también abre la posibilidad de establecer infraestructura militar cercana a la frontera rusa, lo que reconfigura peligrosamente el equilibrio de poder en Europa del Este.
En este contexto, diversas fuentes, que consideramos altamente confiables, nos han informado sobre la posible visita del canciller ucraniano, Andrí Sibiga, a varios países de América Latina. Según estas informaciones, su objetivo sería buscar apoyo político y negociar acuerdos bilaterales vinculados a la explotación de “tierras raras”. Uno de los destinos mencionados con mayor insistencia es Chile, donde se prevé una eventual reunión con el presidente Gabriel Boric.
Ante esta posibilidad, hacemos un llamado urgente a la clase política chilena y latinoamericana. Consideramos inaceptable recibir a un representante diplomático de un país actualmente involucrado en un conflicto bélico de gran escala. Chile debe reafirmar su compromiso con la paz y con el respeto al derecho internacional. Aún seguimos en proceso de sanar las heridas profundas que nos dejó la dictadura militar, impuesta con apoyo extranjero en 1973. No podemos permitirnos repetir los errores del pasado.
Rechazamos categóricamente la posible visita de un emisario de la guerra, tal cual como rechazamos hace un año la visita de la Viceprimera ministra de ese país, Yulia Svyrydenko para dictar una charla magistral en la Universidad de Chile. Actividad organizada en primera persona por la rectora Rosa Devés en conjunto con el embajador ucraniano Yuri Diudin. No debe abrirse la puerta a quien ya ha negociado con potencias extranjeras acuerdos de carácter estratégico y militar. Menos aún a quien representa a un gobierno señalado por algunos sectores por su cercanía con ideologías contrarias a los valores democráticos y de derechos humanos.
Chile no puede ni debe convertirse en una plataforma de intereses ajenos a su soberanía y su vocación pacifista.
PD. La fotografía es de hace un año cuando la Viceprimera ministra de Ucrania Yulia Svyrydenko intentó dictar una charla magistral en la Universidad de Chile.
Fuentes: