Declaración ante cumbre UE-CELAC. Bruselas, julio 2023
Los días 17 y 18 de julio se llevará a cabo, en Bruselas, una nueva cumbre oficial de los países de la Unión Europea y de la CELAC, cita en la cual estarán presentes temas de interés mundial tales como el comercio, las inversiones, el cambio climático, las relaciones entre los integrantes de ambos grupos de naciones y el conflicto en Ucrania, por mencionar algunos de los temas más relevantes que, sin duda, estarán en la agenda de trabajo de la cumbre en cuestión.
Dado que integrantes de las organizaciones de la Plataforma América Latina y el Caribe Mejor sin TLC han sido invitados por organizaciones de la sociedad civil europea, a un conjunto de actividades alternativas a la cumbre oficial, hemos considerado pertinente declarar lo siguiente:
1°) Como Plataforma agradecemos y valoramos el gesto solidario de organizaciones con las que compartimos en gran medida una mirada común respecto de las relaciones entre los países de la UE y de la CELAC, en lo que se refiere a los TLC y los TBI.
2°) Muchas de las organizaciones europeas han manifestado el interés en poner de relieve los TLC Mercosur-UE, México-UE, Chile-UE. Sin embargo, para la Plataforma América Latina y el Caribe Mejor sin TLC es necesario visibilizar, además, la existencia de otros tratados similares cuyos impactos negativos afectan a millones de seres humanos, lo que obliga a abordar el tema desde una mirada regional, no focalizada, incorporando al debate los acuerdos con las naciones andinas, de Centroamérica y del Caribe.
3°) No es posible obviar la realidad geopolítica presente que afecta y afectará al conjunto de la humanidad y cuyas consecuencias definirán el futuro de miles de millones de personas y del planeta que habitamos. El conflicto en Ucrania es, en la realidad, un conflicto entre la OTAN y Rusia, desencadenado por la obstinación de la OTAN de incorporar Ucrania al bloque militar occidental. Esta guerra puede extenderse, conducir a un enfrentamiento nuclear y amenazar la propia sobrevivencia de la humanidad. Por eso es preciso movilizarnos para poner fin al conflicto y construir un diálogo por la paz
4°) La sociedad entera debe abordar las causas y consecuencias del cambio climático, las cuales, de no mediar cambios sustanciales en el modelo productivo extractivista y depredador, pondrán en tela de juicio la sobrevivencia de la especie humana, así como del conjunto de los seres vivientes. Es un dato de realidad que las nefastas consecuencias del, ya casi imparable cambio climático, están afectando a miles de millones de personas, especialmente niñas y mujeres, que, en su inmensa mayoría, carecen de toda responsabilidad en los factores que lo han generado. Para nuestra plataforma es ineludible que se tenga presente que las formas de abordar el cambio climático y, las posibles soluciones, debe ser con responsabilidades comunes pero diferenciadas, en las cuales los países causantes de las altas emisiones asuman mayor responsabilidad, sin limitar el derecho al desarrollo de los países del Tercer Mundo.
5°) Las relaciones entre la UE y los países integrantes de CELAC se han caracterizado hasta el día de hoy por una relación asimétrica y de sometimiento, con una herencia de colonialismo y neocolonialismo impuesta por los países más ricos, al así llamado Sur Global. Las consecuencias de dicho sometimiento las sufren cientos de millones de habitantes, cuyos países están condicionados por las grandes potencias a la dependencia y el atraso, graves daños al medio ambiente, además de sus nefastas consecuencias en materia de derechos humanos y laborales, desigualdades raciales y de género intolerables. A esto hay que agregar los daños infligidos a comunidades que habitan territorios con abundancia de recursos naturales que son explotados por corporaciones trasnacionales. La contracara de tales inequidades es la escandalosa concentración de la riqueza que alcanza niveles récords No es posible seguir sosteniendo esta forma de relacionarse entre países y, por ende, es una exigencia, a las y los gobernantes de la CELAC, hacer respetar la independencia y soberanía de las naciones que representan. En la misma dirección, nuestras organizaciones han actuado y seguirán actuando de acuerdo a sus propios principios, en total independencia de los gobiernos de cada país.
6° Para América Latina y el Caribe Mejor sin TLC el Foro de la Sociedad Civil, convocado por la UE pretendiendo entregar credibilidad a la Cumbre UE-CELAC y sus resoluciones, carece de toda legitimidad dada su organización anti democrática y poco transparente. En razón de lo señalado, es para nosotros de la mayor importancia que las organizaciones que nos hemos convocado en Bruselas tengamos una postura firme en rechazo a los acuerdos oficiales sobre los TLC entre UE-Mercosur, UE-Chile, UE-México, así como cualquier otro acuerdo de similares características.
7°) La tarea central de la plataforma América Latina y el Caribe Mejor sin TLC ha sido, es y será el llevar a cabo un seguimiento y denuncia permanente sobre los efectos adversos de los TLC y los TBI en cada uno de los países en los que se han impuesto. Tenemos una clara convicción sobre la urgencia de eliminar los TLC y los TBI a la luz de las nefastas consecuencias económicas, sociales y medioambientales de los mismos, limitando la soberanía de los países, condicionándolos a modelos de desarrollo extractivista, sometiendo a los Estados al arbitrio de las grandes corporaciones trasnacionales en base reglas de juego asimétricas que generan escenarios que fuerzan a nuestros países a pagar indemnizaciones millonarias cuando sienten que sus intereses de enriquecimiento se ven afectados por decisiones que apuntan a mitigar el desastre que ellas mismas generan.
8°) La riqueza de muchos países de la UE es la pobreza del Sur Global. Las páginas de la historia son evidencia categórica de que la riqueza de los países desarrollados en la UE y de los EE UU se construyó en base a la explotación inmisericorde de los países sometidos al régimen colonial. Millones de muertes, expoliación de recursos naturales, graves daños medioambientales y pobreza han sido una parte del costo asumido por los países sometidos y, en consecuencia, es un hecho irrefutable que los países ricos, a expensas de los pueblos sometidos a esclavitud y colonialismo, tienen hoy una deuda moral, económica y social innegable. En este contexto, la política impuesta a nuestros países en los TLC y TBI, a más de una inmoral lógica neoliberal, son del todo inaceptables. Luchamos por un comercio justo, sustentado en la igualdad, el respeto a los derechos humanos, a un medio ambiente sostenible, y a la diversidad de modos de vida y culturas.