Por Patricio Altamirano Arancibia
Carolina Arredondo, es hija del actor pro PPD Claudio Arredondo, y de la diputada PPD Carolina Marzan, también actora, una primera observación es que los/as tres están ligados/as a SIDARTE – al igual que la ex Subsecretaria Andrea Gutiérrez-. Se confirma el vínculo entre la relación de la comunidad de los actores/as en el gobierno de Boric- en desmedro de otros gremios del mundo artístico cultural. SIDARTE pareciera ser que es el gremio que domina la gestión ministerial con las conocidas consecuencias respecto a la probidad administrativa que llevaron y tienen en crisis a este Ministerio.
Los conflictos de intereses y el tráfico de influencia persisten y este gobierno, al parecer, no logra comprender a cabalidad este delicado tema. Veamos: Carolina Marzan es diputada y entre sus funciones puede fiscalizar al Ministerio de las Artes, las Culturas y los Patrimonios, justamente donde su hija es ahora Ministra. Claro, una salida es que la Sra. Carolina Marzan tiene que abstenerse en la posibilidad de fiscalizar al Ministerio.
Otro punto para considerar es que la Diputada Carolina Marzan apoya el paro de los artistas y músicos de BAFONA que tiene con el Ministerio, y, por tanto, esto pone en tensión la gestión de su hija, ahora Ministra. Es de suponer que BAFONA espere que Arredondo les solucione sus demandas, si no es así, los y las artistas podrían cuestionar a Carolina Marzan y a Carolina Arredondo. Un gran problema para resolver.
También señalar que la nueva Ministra proviene del mundo del socialismo democrático, cercana al PPD. Lo anterior representa un “estancamiento” cultural, en tanto se da la señal de la continuidad de las políticas de la nueva mayoría y la ex – concertación. Así lo manifiestan las comunidades artísticas en sus demandas respecto a la valoración de las artes, la crítica al obsoleto sistema de financiamiento que privilegia el aporte a las llamadas “industrias culturales” -en un país sin industrias- y frente al desmedro de la participación plena de las personas al arte y la cultura, además del supuesto aumento al 1% del presupuesto nacional para robustecer el quehacer de este Ministerio, sus programas, proyectos y dotación interna.
La Ministra podría cambiar este cauce y dar una señal importante a la comunidad, a las y los funcionarios realizando cambios internos profundos, por ejemplo, cambiar a las personas que tienen a su cargo jefaturas departamentales, los cuales han sido ocupados en casi todo el periodo de creación del Ministerio y del Ex -CNCA por las mismas personas creando una inercia cultural sin innovación, entre otras.
En todo caso, la recién nombrada Ministra, Sra Carolina Arredondo puede cambiar a los jefes de departamentos y así romper con años de desidia y sin lugar a dudas su gestión se destacará, porque se realizarán los cambios culturales comprometidos en el programa de gobierno y que responde al anhelo de una sociedad que considera efectivamente las artes, las culturas y el patrimonio como movilizadores de cambios y justicia social.
Respecto a la recién nombrada subsecretaria, Noela Salas, recordar que fue asesora de Julieta Brodsky y cuando esta última fue sustituida por Jaime de Aguirre, Noela tomo licencias médicas, y retomo funciones. La ex subsecretaria Andrea Gutiérrez la mantuvo en el cargo y “blindo”. Siguió como asesora, juntos a otros, pese a que los funcionarios/as en paro pedían la salida de los/las asesores. Por lo anterior, resulta un contrasentido y de difícil comprensión que una asesora, a quien se le pedía su renuncia, sea la nueva Subsecretaria.
¿Estamos ante un gatopardismo o ahora sí la Cultura, las Artes y los Patrimonios importan?