Tel Aviv (360Noticias) Según informó la agencia iraní Tasnim, el blanco principal fue un edificio utilizado por el Mossad en Herzliya, ciudad costera cercana a Tel Aviv, conocido por ser uno de los epicentros de la inteligencia exterior israelí. La ofensiva fue confirmada por los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), quienes declararon: “Atacamos el centro de inteligencia militar del régimen sionista y la sede del Mossad en Tel Aviv”.
El ataque también impactó directamente el centro de operaciones de Aman, cuyas instalaciones quedaron completamente destruidas, de acuerdo a la misma fuente. Videos difundidos por medios iraníes muestran varios impactos directos de misiles, así como una serie de explosiones e incendios dentro de las instalaciones militares israelíes.
Fuentes militares israelíes han confirmado que se activaron los sistemas de defensa antiaérea, realizando más de diez disparos interceptores. Sin embargo, estos no lograron neutralizar los misiles iraníes, lo que evidencia una vulnerabilidad crítica en el sistema de defensa de uno de los países más militarizados del mundo.
El ataque marca una escalada drástica en el conflicto regional, posicionando a Irán como actor ofensivo directo contra el corazón del aparato de inteligencia israelí. Esta acción, más allá del simbolismo, representa una ruptura del statu quo y lanza una señal clara sobre la capacidad misilística de la República Islámica, así como su determinación de golpear objetivos estratégicos en territorio enemigo.
Se presume que las pérdidas humanas y materiales podrían ser significativas, dadas las funciones sensibles de los edificios atacados.
Las repercusiones diplomáticas no se han hecho esperar. Mientras en Teherán se celebra lo que denominan un “golpe certero contra el régimen sionista”, en Israel se ha declarado máxima alerta y se preparan posibles represalias.