(360Noticias) Durante el año 2024, tras las convergencias políticas generadas en torno al plebiscito constitucional del 17 de diciembre de 2023, diversos sectores sociales, populares, de izquierda y patrióticos se unieron para impulsar el voto “En Contra” a la propuesta constitucional elaborada por la ultraderecha. Este esfuerzo culminó con el triunfo de la opción “En Contra”, que obtuvo el 55,76% de los votos. Esta victoria permitió a aquellos que compartían una visión emancipadora para Chile comenzar a desarrollar alternativas políticas, manifestadas en la creación del Partido del Trabajo de Chile (https://partidodeltrabajo.cl/) y el Movimiento Soberanistas (https://soberanista.cl/).
Con el Partido del Trabajo y Soberanistas, hemos conversado con sus principales dirigentes, los miembros de la dirección Nacional del Partido del Trabajo Felipe Barria (ex Partido Comunista) y Alejandro Herrera (ex Colectivos Comunistas) y el Coordinador Nacional de Soberanistas Jorge Gálvez (exdirigente del FPMR), para entender mejor sus impactos y objetivos.
- ¿Cómo surge el Partido del Trabajo de Chile y el Movimiento Soberanista? ¿qué necesidades o vacíos políticos buscan llenar?
Felipe Barria “La construcción del Partido del Trabajo de Chile es una iniciativa de diversas organizaciones y compañeros que provienen de distintas expresiones de la izquierda chilena. Algunos vienen de tradiciones más comunistas, miristas y rodriguistas y hay quienes están recién iniciando su trabajo político en las filas del Partido del Trabajo de Chile.”
“La necesidad de construir el Partido de Trabajo surge de la constatación de la falta de una dirección política revolucionaria en nuestro país. Esto se hizo evidente, especialmente, con el estallido social de 2019, cuando millones de personas se movilizaron contra las manifestaciones más brutales del capitalismo en Chile. Sin embargo, a pesar de la masiva concurrencia a las distintas expresiones de lucha social durante esos meses, no logramos avanzar hacia lo que entendemos como la condición subjetiva por excelencia para realizar una revolución triunfante, una autentica Dirección Política Revolucionaria.”
Alejandro Herrera “Si hay algo que demostró el proceso del estallido social fue que a la larga las movilizaciones espontáneas son impotentes para generar acciones políticas decisivas que pongan en entredicho al régimen capitalista dependiente existente en nuestro país.” Nosotros consideramos que la mayoría de las condiciones objetivas que propiciaron el estallido social del 2019 son condiciones estructurales del patrón de acumulación capitalista de chileno estas por lo tanto persisten y de hecho podemos decir que algunas de ellas se han profundizado en la actualidad. Claramente el gobierno de Gabriel Boric se ha constituido en un gobierno de rentabilización del modelo económico neoliberal. Ninguna de las grandes demandas de la población antes durante y después del estallido social ha tenido respuesta desde las medidas oportunistas del gobierno, por lo tanto, estas condiciones son el germen de futuros procesos de movilización de masas.”
Jorge Gálvez “El Movimiento Soberanistas, surge principalmente por el abandono de la izquierda tradicional de la lucha clasista, patriótica y soberana, y en su reemplazo el surgimiento de un progresismo identitario conocido como “woke” creado en los laboratorios del Pentágono y difundido por el Partido Demócrata de los EEUU, y que ha inundado a occidente, América Latina y por supuesto a Chile. Esta lucha identitaria es corporativista, niegan los derechos universales, y atomiza la lucha social en diversas micro demandas que compiten entre ellas, como las de género, minorías sexuales, feminismo liberal, étnicas, etc.
La cultura de la cancelación, la “Nueva Santa Inquisición” —herramienta clave del wokismo— se ha convertido en un mecanismo que no admite disidencias: aquellos que se apartan de la narrativa oficial son excluidos mediante la «muerte social y política». Esta dinámica, al negar la posibilidad del diálogo, refleja un rasgo protofascista, pues reduce al otro a un enemigo irreconciliable. Que hay que asesinar política y socialmente, al cual hay que liquidar en términos morales.
En este marco el sentido común de nuestro pueblo al rechazar y ridiculizar esta ideología reaccionaria en aspectos como el llamado “lenguaje inclusivo” y otras variantes ajenas a la cultura nacional, los han llevado acercarse a la ultraderecha, que demagógicamente levanta las banderas de lo patriótico, la seguridad y la defensa de la cultura y tradiciones populares. La izquierda clasista y soberanista debe recuperar y disputar nuevamente el sentido común de nuestro pueblo y hacer suya no solo las demandas más sentidas, sino tambien la subjetividad secuestrada hoy por la ultraderecha. En conclusión, no puede existir un proyecto genuinamente de izquierda si a la vez no es soberanista y patriótico, como también las luchas de las minorías de toda índole su sentido estratégico se lo da en la medida que se asumen en la contradicción Capital-Trabajo, bajo los objetivos emancipadores de la clase trabajadora.
- ¿Cómo definen a la izquierda soberanista y en qué se diferencia de las izquierdas progresistas chilenas?
Jorge Gálvez “El desplazamiento de la lucha de clases por la lucha de identidades es uno de los mayores éxitos del wokismo en su tarea de desactivar los proyectos emancipadores tradicionales. Fragmentar las demandas sociales en luchas particulares, niega la posibilidad de construir un proyecto común de emancipación. En lugar de unir a las clases populares en torno a objetivos universales, el progresismo woke fomenta divisiones y enfrentamientos internos que benefician al sistema capitalista. la fragmentación identitaria representa un obstáculo para la construcción de un proyecto emancipador que incluya a las mayorías. Frente a esta deriva, es urgente recuperar los principios de la izquierda soberanista, clasista y universalista, que sitúa las contradicciones sociales en el marco del capitalismo y lucha por la emancipación de todos, sin importar su identidad.
El verdadero progreso radica en superar la fragmentación impuesta por las luchas identitarias y volver a centrar la política en los derechos universales y en la lucha contra la explotación capitalista. Solo así será posible construir un futuro basado en la igualdad, la libertad y la justicia social para toda la humanidad, sin exclusiones ni censuras.
Felipe Barria, “La izquierda soberanista presenta un elemento de continuidad y otro de ruptura con las fuerzas tradicionales de izquierda. La continuidad se basa en las tradiciones de la izquierda chilena, hasta ese momento, la mayoría de estas tradiciones contaban con un fuerte componente nacional y patriótico, la tendencia por ejemplo representadas por Luis Emilio Recabarren y Salvador Allende, poseían un fuerte componente patriótico y popular. Esta situación contrasta de manera evidente con las posturas de la derecha, que históricamente han sido proclives a la dependencia de los centros imperialistas, primero de Inglaterra y luego de Estados Unidos.”
Alejandro Herrera “El elemento de ruptura se relaciona con corrientes que han influido en los partidos y organizaciones de izquierda durante los años 90. Sin duda, la más significativa en términos de masividad es la reconversión de posturas de izquierda a posiciones de “tercera vía”, de tipo laborista inglés, que caracterizó a muchos exmilitantes de partidos de izquierda, ya sean del Partido Socialista o del Partido Comunista. Ya no se pueden definir como de izquierda, ya que no persigue la transformación de la sociedad, ni siquiera de manera reformista; se trata más bien de una utilización de la terminología y la historia de los partidos de izquierda para consolidar el dominio del capital monopólico financiero, en un proceso similar al vivido en el resto de América Latina y en Europa por parte de la socialdemocracia.
Felipe Barria “Una segunda corriente, que caracteriza a un sector importante del Partido Comunista de Chile y, principalmente, a todo el Frente Amplio, se adscribe a visiones irracionalistas, idealistas y antimarxistas de la posmodernidad, así como a la exacerbación de las luchas identitarias. Esta corriente ha reemplazado en gran medida a la tercera vía, que fue hegemónica durante las dos primeras décadas de la llamada transición. Actualmente, la posmodernidad ha ganado espacio, hegemonizando tanto a los partidos tradicionales de izquierda, que han visto mermada su militancia, como el Partido Comunista y prácticamente a todo el Frente Amplio. Esta corriente define como sujeto histórico de la transformación social no a la clase obrera ni a los trabajadores, sino a diversos grupos de identidad, como los pueblos indígenas, la comunidad LGTB, feministas, ambientalistas, entre otros.
En este contexto, el Partido del Trabajo sostiene el principio de las dos contradicciones: por un lado, la contradicción fundamental del capitalismo, que enfrenta Capital y Trabajo y motiva a nuestra organización en la lucha por el socialismo; y, por otro lado, la contradicción entre Soberanía y Globalismo Neoliberal, que impulsa la construcción de un proyecto de liberación nacional, patriótico y popular.
- ¿Qué referentes organizaciones o liderazgos se identifican a nivel internacional?
Jorge Gálvez, Por supuesto en primer lugar en América Latina la Revolución Bolivariana Liderada inicialmente por el comandante Hugo Chávez Frías y continuada por el presidente obrero Nicolás Maduro, este proceso se ha convertido en la vanguardia de resistencia contra el imperialismo estadounidense y las instituciones económicas globalistas del capital financiero. La defensa de la soberanía, el poder popular y la construcción de un modelo alternativo al neoliberalismo son ejemplos destacados de este proceso.
También la lucha liderada por el presidente Vladimir Putin presidente de la Federación Rusa, se destaca como un actor clave en la rebelión geopolítica más significativa de los últimos 30 años, demostrando que la expansión imperialista puede ser detenida de forma exitosa. En el contexto del conflicto en Ucrania, Putin se ha enfrentado a la OTAN y a las instituciones financieras de Occidente, promoviendo un modelo multipolar que rechaza la hegemonía de Estados Unidos y busca fortalecer la soberanía de los Estados frente al intervencionismo occidental.
Un papel importante tiene la República Islámica de Irán también es un ejemplo de cómo un pueblo puede construir un régimen soberano que dé enormes frutos, gracias al despliegue de su esfuerzo creador, presentando un muro de acero ante las pretensiones hegemónicas del imperialismo y el sionismo genocida
Felipe Barria, Nos parece interesante el movimiento de Sahra Wagenknecht en Alemania, este movimiento se ha opuesto a la globalización neoliberal, criticando la pérdida de control nacional sobre la economía y abogando por políticas que prioricen los intereses de los trabajadores alemanes frente a las grandes corporaciones. Asimismo, han denunciado que las políticas económicas de la Unión Europea favorecen a las élites financieras en detrimento de las clases trabajadoras. Desde esta perspectiva, también han planteado políticas migratorias controladas, orientadas a proteger los derechos sociales de la población trabajadora.
Alejandro Herrera Tambien El proceso liderado por el presidente Xi Jinping en China se ha consolidado como la principal potencia económica mundial. A través de su participación en los BRICS y su impulso a iniciativas como la Nueva Ruta de la Seda, China, junto a Rusia, representa una alternativa al dominio del capital transnacional occidental y las políticas neoliberales globalistas. Nicaragua El gobierno de Daniel Ortega ha resistido la injerencia extranjera y defendido su soberanía, promoviendo políticas sociales para los sectores más vulnerables. Cuba A pesar del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos, Cuba ha mantenido su modelo socialista y su resistencia frente al imperialismo. Honduras El gobierno de Xiomara Castro ha dado pasos significativos hacia la recuperación de la soberanía nacional, destacando la ruptura de acuerdos que favorecían los intereses de Estados Unidos.
Estos referentes reflejan un compromiso común con la defensa de la soberanía, la lucha contra el imperialismo y la construcción de un modelo alternativo que priorice los derechos de los pueblos frente al capital globalista.
- ¿Cómo evalúan el rol de los gobiernos progresistas recientes como el de Gabriel Boric en su lucha por la soberanía nacional y popular?
Felipe Barria, La actual experiencia del gobierno de Boric se presenta como una de las más decepcionantes en la historia reciente de Chile. Aunque hemos tenido otros gobiernos decepcionantes, la alternativa que se generó en un contexto de movilizaciones crecientes, tras el estallido social de 2019, convierte a este gobierno en un elemento de estabilización del patrón de acumulación neoliberal.
De hecho, la candidatura de Boric fue una respuesta a la posibilidad de que Daniel Jadue levantara una candidatura presidencial viable, lo que movilizó a un sector importante de la derecha y casi a todos los sectores que conformaron la Concertación, así como al Frente Amplio. Unidos por un espíritu anticomunista. Por lo tanto, no debemos olvidar que la candidatura de Gabriel Boric responde más a la intención de evitar un gobierno que representa los intereses de los movilizados de 2019, que a un proyecto que concreta las demandas populares del estallido social.
Jorge Gálvez, El gobierno de Boric se ha alineado abiertamente con los intereses del imperialismo estadounidense, tanto en la región como a nivel internacional. Esto se manifiesta en su rechazo a los procesos transformadores impulsados por gobiernos democráticos y revolucionarios de Iberoamérica, como el liderazgo de Daniel Ortega en Nicaragua y Nicolás Maduro en Venezuela. Además, el gobierno se ha alineado con el proyecto expansionista de la OTAN, actualmente combatido, principalmente, por la Federación Rusa a través de su operación militar especial en Ucrania.
Como una tímida excepción a esta línea de conducta, se ha condenado el genocidio perpetrado por el régimen sionista en Gaza, Líbano y Siria. Sin embargo, esta postura resulta más retórica que efectiva, ya que estas declaraciones no han sido respaldadas por acciones políticas o diplomáticas significativas, como la ruptura o el congelamiento de las relaciones diplomáticas con el gobierno terrorista de Israel encabezado por Benjamín Netanyahu.
Alejandro Herrera, Además, debemos señalar que existe una diferencia epistemológica e ideológica con el actual grupo político gobernante. Desde el Partido Socialista y el PPD, hasta el Frente Amplio y la mayoría de los dirigentes del Partido Comunista, han renunciado a su histórico posicionamiento popular y antiimperialista, respaldando cada acción de este gobierno y proclamándose como el sector más leal a Boric. Esta postura absurda intenta homologar la posición del Partido Comunista con Salvador Allende a la del gobierno actual, sin consideración de su carácter entreguista y liberal.
- ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la izquierda soberanista en un escenario político con el predominio del neoliberalismo en Chile?
Alejandro Herrera Hoy, el principal desafío de la izquierda soberanista es constituirse como un proyecto político viable. Este es el reto fundamental del presente. Una vez que logremos establecer este proyecto con un claro enfoque en lo clasista y lo soberano, podremos disputar el poder con nuestros enemigos de clase y aquellos que atentan contra la patria. Entendemos el poder no solo como el gobierno formal, sino como el control de lo económico, lo político, lo militar, lo ideológico y lo cultural.
Este desafío debe manifestarse hoy en una disputa política, ideológica y social contra sectores del progresismo liberal, oportunista, así como en oposición a aquellos que promueven un falso nacionalismo chovinista y retrógrado neofascista que divide a los trabajadores de nuestros países.
Jorge Gálvez, Un segundo desafío es la construcción de un potente movimiento social inspirado en esta visión soberanista y clasista. Este movimiento debe permitir una lucha tanto reivindicativa como política, capaz de proyectar objetivos viables que contribuyan gradualmente a la modificación de las correlaciones de fuerzas. Por ello, en esta etapa histórica, nos hemos planteado como objetivo la reconstrucción del movimiento popular.
Un tercer desafío se relaciona con avanzar a nivel continental junto a fuerzas revolucionarias hermanas. Entendemos que la posibilidad de cambios en nuestro país depende también de una fuerza de fuerza favorable en la región y en el nivel internacional. Por eso, como Partido del Trabajo de Chile y Movimiento Soberanistas, buscamos generar vínculos internacionales con organizaciones afines que nos permitan proyectar nuestra lucha a nivel regional, creando una política internacionalista destinada a erradicar la nefasta influencia del imperialismo norteamericano y sus aliados en cada uno de nuestros países.
- ¿Cuáles son las principales propuestas políticas económicas y sociales que los definen como una nueva alternativa en Chile?
Alejandro Herrera “En primer lugar, entendemos que el proceso revolucionario es un proceso continuo con fases diferenciadas. Hay una etapa que corresponde al período de construcción de un gobierno popular, nacional y soberano, y luego la fase de transición propiamente socialista.
En esta primera fase, lo más relevante es la transformación política. Creemos que esta transformación del Estado de Chile debe dirigirse a la construcción de un gobierno soberano y popular que tenga una perspectiva social. Este gobierno estará sustentado por formas de poder popular que garantizan el control de los trabajadores sobre el proceso político, que fortalezca este nuevo Estado en la lucha contra los enemigos de las transformaciones. Entre estos enemigos, destaca el imperialismo, las instituciones globalistas que, basándose en la experiencia de nuestro país y en las transformaciones que se dan en el continente, sin duda llevará a cabo provocaciones y agresiones para impedir la erradicación de su nefasta influencia en nuestra patria.
Como fundamentos económicos, proponemos la nacionalización de las empresas de los grupos económicos existentes en Chile, prestando especial atención al sector más dinámico de estos grupos: el capital financiero. Entendemos por capital financiero no solo el poder de los bancos, sino también el de las administradoras de fondos de pensiones y las ISAPRES. En un país minero como Chile, la realización de una gran industria minera es una necesidad. Dentro de esto, la minería del cobre es prioritaria. Por tanto, una de las medidas debe ser reimpulsar los procesos de nacionalización del cobre y de otras áreas de la gran minería en el país. Recordemos que, en las próximas décadas, el litio será uno de los minerales estratégicos, y su desarrollo tecnológico e industrial será una de las prioridades económicas de esta nueva sociedad chilena.
Jorge Gálvez, Más allá de la economía, pero muy relacionado con la idea de construir una base industrial, se proyecta el fortalecimiento de la capacidad de defensa nacional. La construcción de un Estado con un gran poder nacional es uno de los objetivos del proceso soberanista. Esto incluye la creación de fuerzas armadas capaces de defenderse ante cualquier tipo de agresión internacional.
Uno de los principales problemas que enfrenta nuestro país, y que debe ser abordado en el proceso de transformaciones, es la necesidad de incrementar los niveles de seguridad pública. Esta seguridad está actualmente vulnerada por la existencia de un país extremadamente desigual y por una serie de delitos que han sido importados en los últimos años. En esta línea, proponemos un endurecimiento de las penas y una política de reeducación mediante el trabajo productivo de las personas que cometen delitos. Asi tambien estamos por una migración controlada y que ponga un fuerte acento en las bandas criminales que usan la migración para balcanizar a los Estados nacionales, política de las instituciones globalistas e imperialistas actuales. Fortalecer las policías y los órganos de seguridad es fundamental para enfrentar las formas de criminalidad que se han enquistado en la sociedad chilena.
Felipe Barria En cuanto a medidas sociales, una de las más relevantes es responder a una de las principales necesidades de nuestro pueblo: levantar la empresa estatal de la construcción. Esto implica fortalecer la construcción de la infraestructura nacional y construir por ejemplo viviendas, no solo casas, proyectadas con al menos 18 m² para cada integrante de la familia. Además, se debe realizar un proceso de construcción de barrios con servicios, lugares de recreación y espacios seguros, lo cual es extremadamente relevante.
Uno de los elementos más degradados de nuestra sociedad está relacionado con la formación escolar de una gran parte de la población. Existen 5 millones de compatriotas que no tienen cuarto medio, que es un verdadero apartheid, ya que son ciudadanos de segunda clase, que en los actos electorales pueden elegir pero de ninguna manera ser elegido.
Consideramos que cualquier proceso de fortalecimiento de la base productiva, industrial, científica o técnica del país debe pasar por un refuerzo educativo y técnico de la población que garantice ese desarrollo. Esto significa que la educación debe tener un propósito que contribuya a las tareas sociales, económicas y políticas de la sociedad.