(360Noticias) Una auditoría de la Contraloría General de la República reveló irregularidades graves en la Dirección de Salud de Carabineros (DISALCAR). Entre los hallazgos más alarmantes, se constató la desaparición de 1.717 medicamentos y fármacos, incluyendo 125 ampollas de fentanilo y 79 de morfina, sustancias altamente controladas y peligrosas.
El fentanilo, un opioide sintético prescrito para tratar dolores intensos, también es conocido por su uso ilícito como droga callejera, donde se mezcla con otras sustancias como xilazina, heroína o cocaína para intensificar sus efectos. Incluso en dosis muy pequeñas, el fentanilo puede ser letal, lo que eleva la preocupación por su destino fuera del circuito regulado.
Contraloría exige medidas disciplinarias
La DISALCAR cuenta con un plazo de 15 días hábiles para acreditar el inicio de un proceso disciplinario que esclarezca las responsabilidades en la desaparición de estos medicamentos. La gravedad de los hechos llevó a Contraloría a remitir el informe al Ministerio Público, donde se ha abierto una investigación penal.
El fiscal nacional, Ángel Valencia, confirmó que la causa está radicada en la Fiscalía Oriente, con un fiscal asignado al caso. “Las diligencias que se requieren son reservadas, pero sí puedo confirmar que hay una investigación penal abierta”, señaló Valencia.
Otras irregularidades detectadas en la auditoría
La desaparición de fentanilo y morfina no fue el único problema identificado. La Contraloría también detectó:
- Medicamentos controlados vencidos y deteriorados, almacenados en bolsas, lo que podría representar riesgos sanitarios y legales. El Hospital de Carabineros tiene un plazo de 60 días hábiles para retirar y destruir estos productos.
- Deficiencias en el almacenamiento de medicamentos en la bodega de DISALCAR, donde se encontraron cajas en el suelo y pasillos, incumpliendo estándares básicos de conservación.
La desaparición de opioides como el fentanilo y la morfina no solo pone en riesgo la seguridad pública, sino que también evidencia una posible vulnerabilidad frente al desvío de medicamentos hacia el mercado ilícito, donde estas sustancias son usadas de manera recreativa y representan una amenaza letal.