Cochabamba, Bolivia (360Noticias) Una denuncia de extrema gravedad remeció este lunes al escenario político y militar de Bolivia. El diputado Gualberto Arispe, representante del departamento de Cochabamba y miembro del ala “evista”, acusó al gobierno del presidente Luis Arce de haber ordenado la ejecución del expresidente Evo Morales y vinculó el reciente asesinato del coronel del Ejército Juan Javier Solís Cáceres con su negativa a cumplir dicha orden.
“Hubo una discusión fuerte en esa reunión, la instrucción era hacer una operación en el Trópico para ejecutar a Evo Morales Ayma. No para detenerlo, sino para ejecutarlo y quitarle la vida a nuestro hermano. El coronel se rehusó a realizar esa ejecución y posteriormente fue asesinado”, afirmó Arispe en entrevista con la radio Kawsachun Coca.
El coronel Juan Javier Solís, comandante del Regimiento Manchego 12 de Infantería, considerado una unidad de élite en tácticas de operaciones en selva, murió el viernes pasado por un disparo en la cabeza dentro del propio recinto militar en Montero. De acuerdo con el informe del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), la causa fue un trauma cráneoencefálico severo producido por proyectil de arma de fuego, con lesión en el centro encefálico superior. La Fiscalía y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) investigan el caso bajo la figura de asesinato.
La esposa del coronel relató que su esposo había salido a una reunión de trabajo a las 21:30 y que, al regresar alrededor de las 23:00, se escucharon disparos. Al salir de su vivienda dentro del cuartel, lo encontró tendido en el suelo sin vida.
Arispe denunció que antes del crimen del militar, se realizó una reunión en la que participaron altos mandos del Ejército y “personajes” del Gobierno, en la que se habría debatido la ejecución de Morales como parte de un plan de eliminación física. Señaló directamente al presidente Luis Arce, así como a varios de sus ministros y asesores, como los responsables políticos de lo ocurrido.
De acuerdo con la información que maneja el legislador, hace tres semanas tuvo lugar un encuentro en la Casa Grande del Pueblo, con la participación de la ministra de la Presidencia, María Nela Prada; el ministro de Justicia, César Siles; el exministro y operador político Hugo Moldis; y posiblemente el ministro de Defensa, Edmundo Novillo. En esa cita, Moldis habría planteado que una forma de deshacerse de Morales era ejecutándolo o infiltrando agentes civiles en su entorno de seguridad para fabricar un caso en su contra.
“Cualquier cosa que pase con la vida de Evo Morales durante estas jornadas es responsabilidad de Moldis, Arce, Siles, Novillo y Prada”, sentenció Arispe, quien también comparó el asesinato del coronel Solís con el caso de Jhonny Cruz, un joven dirigente del trópico de Cochabamba que fue asesinado por la Policía en Ivirgarzama semanas atrás. “Quienes se rehúsan, quienes no quieren hacer caso al Gobierno para matar a Evo, ahí están las consecuencias”, añadió.
El diputado también advirtió que el Gobierno habría desplegado militares infiltrados de civil con la misión de eliminar físicamente a Morales, actualmente aislado en el trópico de Cochabamba, donde se refugia desde octubre de 2024 tras emitirse una orden de aprehensión en su contra por el delito de trata de personas.
En paralelo, simpatizantes del exmandatario se han movilizado principalmente en La Paz para exigir al Tribunal Supremo Electoral que inscriba a Evo Morales como candidato a las elecciones generales previstas para agosto.
Hasta el momento, el Gobierno no ha emitido declaraciones oficiales sobre las acusaciones formuladas por el legislador, pero la gravedad del señalamiento y la conexión entre la denuncia y un crimen militar están elevando las tensiones internas en el oficialismo y provocan inquietud tanto a nivel nacional como internacional.