Montevideo (Mesa Américas) (Sputnik).- Líderes de la izquierda de América del Sur y analistas se encuentran este viernes y sábado en Montevideo para elaborar un documento común sobre integración regional que será llevado a la reunión de mandatarios suramericanos convocada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva para la próxima semana.
“Estaremos viendo, de todo lo que hemos discutido, qué contenidos nos parecen más necesarios para una Carta de Montevideo y que llegue como un insumo a la actividad que convoca el presidente Lula el 30 de mayo. Nos parece que se debe reflexionar desde distintos ámbitos abiertamente para que la integración no sea vista desde los gobiernos, sino que tenga componentes de sociedad”, dijo a la Agencia Sputnik una de las organizadoras, Monica Xavier, exsenadora y expresidenta del opositor uruguayo Frente Amplio (izquierda).
El Coloquio Montevideo por la Integración Suramericana tendrá entre sus principales participantes al expresidente colombiano Ernesto Samper (1994-1998), al exmandatario uruguayo José Mujica (2010-2015), al excanciller ecuatoriano Guillaume Long, al exministro de Relaciones Exteriores uruguayo Rodolfo Nin Novoa, al asesor presidencial de Brasil, Celso Amorim, y al exministro de Economía y Comercio chileno Carlos Ominami, entre otros.
El encuentro se realiza en vísperas de una reunión de mandatarios de la región convocada por Lula en Brasilia para el 30 de mayo, y que tendría como objetivo un relanzamiento de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
“El asunto más importante a tratar en este evento (en Montevideo) es el futuro de la integración latinoamericana y las posibilidades de crear un nuevo bloque que agrupe a los 12 países. Mucho se ha hablado de un posible retorno de la Unasur, pero corrigiendo los errores que hicieron que esa organización acabara fracasando”, dijo a la Agencia Sputnik la experta en relaciones internacionales Nastasia Barceló, de la Universidad de la República Oriental del Uruguay y quien también integrará una de las mesas de debate de la reunión.
El evento en la capital uruguaya, organizado por el Instituto Novos Paradigmas y por la Fundación Chile 21, contará con tres mesas de debates sobre la integración: la primera se discutirá desde el punto de vista empresarial y la cooperación científico-técnica, la segunda sobre el mundo del trabajo y la tercera sobre una nueva institucionalidad política; posteriormente habrá una declaración final.
Xavier consideró que el objetivo del evento “es seguir sumando reflexiones a esos esfuerzos que hacen quienes tienen el impulso y el poder como es Lula”, y señaló que “de muchos de estos insumos seguramente se nutrirá la decisión de gestar una nueva integración sudamericana”.
ERRORES
Xavier afirmó que uno de los objetivos del evento es pensar la experiencia de la Unasur, así como otras en materia de integración regional durante la primera ola de gobiernos progresistas de forma “autocrítica”.
“Lo que pasó con la Unasur no obedece exclusivamente a errores, pero también los hubo. Obedece a una excesiva ideologización, y si bien este es un tema esencialmente político, dentro de las definiciones tiene que primar hacer una estructura que sobreviva a los cambios ideológicos de los gobiernos de los países de la región”, afirmó.
Para la exsenadora uruguaya, el grupo “tiene que ser una estructura que nos contemple a todos”.
“Uno puede ver algunos pecados de la Unasur y de otras estructuras que pretendieron sustituirlas y que no llegaron a un buen puerto como es el Prosur (Foro para el Progreso de América del Sur)”, señaló.
Xavier sostuvo que los gobiernos tienen que ser capaces de generar una estructura que “dé soluciones, sea sostenible en el tiempo y supere los vaivenes político ideológicos”.
La Unasur fue fundada en 2008 con la idea de incrementar el intercambio cultural, social y comercial en el sur de América Latina y desde esa región con otras del mundo.
Inicialmente estuvo conformada por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
No obstante, el bloque está en crisis desde 2018 por diferencias políticas entre sus países miembros y se encuentra paralizada desde abril de 2019.
FLEXIBILIDAD Y REGLA DEL CONSENSO
Por su parte, Barceló opinó que uno de los factores que afectó a la Unasur fue la regla del consenso, ya que se necesitaba que todos los países estuvieran de acuerdo para impulsar políticas de integración.
“Se necesitaba el consenso de todos los países para tomar decisiones, y eso de alguna manera paralizó a la integración. Esta nueva propuesta de integración que emerge de Mujica y de Lula es cambiar la regla del consenso, y eso hace que si hay variaciones ideológicas que eso no sea un impedimento, que sea la mayoría la que decida”, agregó.
El 1 de marzo, Mujica viajó a Brasilia para presentar su proyecto de integración a Lula; anteriormente lo hizo con los líderes de Argentina, Colombia, Chile y Ecuador.
La propuesta incluye la libre circulación de personas, el ejercicio libre de profesionales en todos los países del continente, coordinación entre comunidades científicas, nuevos mecanismos para la aprobación de medidas en los ámbitos regionales y símbolos comunes como himno, bandera y fechas conmemorativas comunes.
Asimismo, Barceló consideró que se debería impulsar una flexibilidad en la integración.
“Tenemos el ejemplo de la Unión Europea que tiene un esquema de integración flexible. No se obliga a que todos los países formen parte de todos los espacios de integración. Existe una especie de paraguas institucional que los nuclea, pero no todos participan de todos los mecanismos internos”, indicó.
¿CUÁL PLATAFORMA?
Mientras Xavier señaló que es necesario considerar reflotar la Unasur con algunas “modificaciones”, Barceló dijo que tal vez no es “la mejor estrategia política” impulsar una nueva institucionalidad con el mismo nombre.
“Sin duda (la Unasur) merecería algunas modificaciones y es importante ver allí un andamiaje jurídico que es muy costoso en años de implementar para las estructuras de integraciones”, dijo Xavier.
Por su parte, Barceló dijo que la izquierda tiene que “trabajar en esquemas menos ambiciosos” como es el caso de la Unasur.
“La Aladi (Asociación Latinoamericana de Integración), que tiene objetivos muy acotados y que fue creada en los años 80, tuvo un rol importante al ser la única organización que mantuvo a Cuba. Es un ejemplo de lo que ha funcionado en las últimas décadas. Cuando tenemos una organización con objetivos muy ambiciosos, por más que podamos estar de acuerdo, no necesariamente llega a un buen puerto. Capaz que ambicionar un poco menos, políticamente puede llegar a ser mejor para la región”, reflexionó.
Consideró que la izquierda tiene un desafío en la retórica, ya que en otros tiempos se utilizó mucho en materia de integración.
“La retórica no puede sustituir las políticas que necesitan nuestros países”, agregó.
Este evento tuvo uno anterior en el cual se realizó una carta, el 15 de noviembre, firmada por siete expresidentes latinoamericanos y distintos líderes de izquierda en la que se afirma que “la integración es hoy más necesaria que nunca” y “aportaría a un bien superior hoy día en peligro: la paz”.