Horror México: asesinan a joven embarazada para extraerle a su bebé y venderlo

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Ciudad Juárez (360Noticias) El feminicidio de Leslie Godínez Carrillo, una joven de 20 años y con siete meses de embarazo, ha estremecido a México y traspasado fronteras. Su caso —que combina la brutalidad del crimen organizado con la trata de menores— fue descubierto tras la detención de Martha Alicia Méndez Aguilar, alias La Diabla, señalada como cabecilla de una red internacional de adopciones ilegales presuntamente vinculada al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

El engaño y el crimen

Leslie acudió el 17 de julio a una cita concertada por Facebook, creyendo que recibiría dinero de una conocida. Nunca regresó. Ocho días más tarde, su madre, Mirta María Carrillo, fue citada por las autoridades para reconocer los tatuajes de su hija en unas fotografías. “Su hija fue asesinada”, le dijeron. Entre lágrimas, alcanzó a preguntar: “¿Y el bebé? ¿Dónde está mi nieto?”.

La verdad era atroz. Leslie había sido sometida a una cesárea clandestina en una vivienda del fraccionamiento Portal de Abedul, donde le extrajeron al bebé para venderlo en el mercado negro por unos 15 mil dólares. La joven murió desangrada y fue enterrada en el patio trasero del lugar.

El milagro del recién nacido

El bebé sobrevivió, aunque con graves complicaciones. La Diabla intentó hacerlo pasar como suyo en un hospital de la colonia Zaragoza, pero el personal médico sospechó al notar inconsistencias en su versión y alertó a las autoridades. El niño fue trasladado al Hospital Infantil de Juárez, donde se salvó gracias a una rápida intervención.

“Mi nieto es un milagro, tiene muchas ganas de vivir”, relató Mirta María entre lágrimas. Su calvario, sin embargo, no terminó ahí: el DIF le negó durante meses el derecho a ver al bebé, alegando falta de pruebas de parentesco, pues las autoridades no habían tomado muestras de ADN de Leslie. Solo tras una exhumación judicial logró confirmar su vínculo y obtener la custodia legal del pequeño Eithan Martín, con ayuda —según afirma— de la entonces presidenta Claudia Sheinbaum.

Una red de adopciones ilegales

La principal acusada, La Diabla, de 44 años, enfrenta cargos por feminicidio y homicidio en grado de tentativa, y permanece en prisión preventiva. De acuerdo con la abogada de la familia, Olivia Aguirre Bonilla, el caso de Leslie forma parte de una red transnacional de tráfico de bebés, operada en la frontera norte con complicidad de grupos criminales.

“Leslie fue contactada por un perfil falso en Facebook. La convencieron con promesas de dinero, la citaron, la asesinaron y enterraron para ocultar el crimen. Su cuerpo tenía más de 40 heridas y señales de una extracción uterina rudimentaria”, explicó la defensora.

Las autoridades estadounidenses también señalaron a La Diabla como pieza clave en un esquema de adopciones ilegales que operaba entre Juárez y El Paso, Texas, donde los recién nacidos eran vendidos a parejas por entre 250 y 300 mil pesos. La Oficina del Director de Inteligencia Nacional de EE.UU. informó que la red reclutaba mujeres embarazadas en situación de pobreza para practicarles cesáreas forzadas e incluso extraer órganos.

Un proceso lleno de sombras

Pese a la gravedad del caso, la familia denuncia lentitud y opacidad judicial. La abogada Aguirre asegura que existen tres carpetas de investigación —por feminicidio, tentativa de homicidio y trata de menores—, pero solo se les ha permitido participar en una. “Hay testigos protegidos, una menor de edad implicada en la cesárea, y vínculos con funcionarios del Cereso y policías ministeriales”, afirmó.

En audiencia, La Diabla habría declarado que trabajaba “para gente del penal, ministeriales y miembros de La Empresa”, brazo armado del cártel de Juárez. Pese a ello, las autoridades mantienen varias líneas de investigación abiertas y no descartan más detenciones.

Justicia y memoria

Organizaciones civiles como Canida, que lucha contra la trata infantil, han brindado apoyo a la familia de Leslie. “Fue un robo de bebé con fines de adopción ilegal. Acompañaremos a sus hijos con atención integral”, señaló su portavoz, Miriam Alexis Bardui.

Leslie había elegido el nombre de su hijo antes de morir: Eithan, que en hebreo significa “fuerte”. Su hija mayor, Sofía, de tres años, lo recibió con una pequeña fiesta organizada por su abuela y vecinos.

“Mi nieta pregunta por su mamá; le digo que está en el cielo y que debemos cuidar a su hermanito”, cuenta Mirta María. “Quiero justicia. A mi hija la torturaron, la apuñalaron más de cuarenta veces. ¿Una vida vale 300 mil pesos? Cuando mi nieto crezca, sabrá la verdad.”

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