Venezuela captura a grupo de mercenarios ligados a la CIA

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Caracas (360Noticias) El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela denunció este domingo la captura de un grupo de mercenarios vinculados directamente a la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), con quienes se habría montado una operación de falsa bandera destinada a provocar un enfrentamiento militar entre Caracas y Washington.

Según el comunicado oficial del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información, los capturados “poseían información directa de la CIA” y formaban parte de un plan que pretendía simular un ataque armado desde aguas limítrofes con Trinidad y Tobago, o incluso desde su propio territorio, para justificar una intervención militar estadounidense en Venezuela.

“Venezuela informa que ha capturado a un grupo mercenario con información directa de la agencia de inteligencia estadounidense, pudiendo determinar que está en curso un ataque de falsa bandera que busca generar un enfrentamiento militar completo contra nuestro país”, señala el documento.

El Gobierno del presidente Nicolás Maduro comparó este escenario con las históricas provocaciones fabricadas por el imperialismo estadounidense, como el Acorazado Maine en 1898, que sirvió de pretexto para la invasión de Cuba, y el incidente del Golfo de Tonkin en 1964, que abrió el camino a la guerra de Vietnam. Ambas operaciones son hoy reconocidas como montajes diseñados por Washington para justificar agresiones bélicas.

Ejercicios militares como cobertura imperial

La denuncia de Caracas coincide con el inicio de ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Trinidad y Tobago, que comenzaron este domingo y se extenderán hasta el 30 de octubre. Estas maniobras, bajo la coordinación del Comando Sur estadounidense, incluyen la presencia del destructor USS Gravely en Puerto España y el despliegue del portaaviones USS Gerald R. Ford, uno de los más grandes y sofisticados del mundo, oficialmente bajo el pretexto de “combatir el narcotráfico en el Caribe”.

Sin embargo, para el Gobierno venezolano, se trata de un acto de provocación militar y hostilidad directa:

“La República Bolivariana de Venezuela denuncia ante la comunidad internacional la peligrosa realización de ejercicios militares por parte del Gobierno de Trinidad y Tobago, bajo coordinación, financiamiento y control del Comando Sur de Estados Unidos. Esta acción constituye una amenaza a la paz del Caribe”, expresa el comunicado.

Trinidad y Tobago: de nación soberana a enclave militar estadounidense

El texto también señala con firmeza que el Gobierno de Trinidad y Tobago, encabezado por la primera ministra Kamla Persad Bissessar, ha “renunciado a su soberanía” para convertirse en una plataforma militar del imperialismo norteamericano.

“Trinidad y Tobago actúa hoy como una colonia militar subordinada a los intereses hegemónicos estadounidenses, convirtiendo su territorio en un portaviones de guerra contra Venezuela, contra Colombia y contra toda Sudamérica”, sostiene la declaración.

Asimismo, Caracas recordó que dicha subordinación viola abiertamente la Carta de las Naciones Unidas, la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz aprobada por la CELAC y los principios fundacionales de la Comunidad del Caribe (CARICOM).

El gobierno bolivariano también denunció los efectos internos de esta política en el propio pueblo trinitense, denunciando ejecuciones extrajudiciales de pescadores inocentes en aguas del Caribe, víctimas de la creciente militarización impulsada por Washington.

El objetivo: fabricar un conflicto regional

La captura de los mercenarios con vínculos a la CIA confirma, según fuentes oficiales, el propósito de generar un conflicto regional que justifique la expansión militar de Estados Unidos en el Caribe y el norte de Suramérica, en un contexto donde Washington busca recuperar el control político y energético sobre la región.

Caracas advirtió que no aceptará provocaciones ni amenazas de “gobiernos vasallos” y que sus Fuerzas Armadas Bolivarianas permanecerán alertas y movilizadas para defender la soberanía nacional.

“Venezuela no acepta amenazas de ningún gobierno vasallo de los Estados Unidos. No nos intimidan ejercicios militares ni gritos de guerra”, concluye el comunicado.

Un patrón de agresión imperial

La reciente movilización estadounidense en el Caribe ocurre apenas días después de que Washington ejecutara tres ataques letales contra supuestas “narcolanchas” en el Pacífico oriental y el Caribe, dejando once muertos. Estos ataques, presentados como parte de operaciones antidrogas, coinciden con la escalada militar impulsada por el Pentágono y avalada por la Casa Blanca.

Desde Caracas se advierte que el operativo frustrado de los mercenarios de la CIA forma parte de un patrón histórico de guerra encubierta, sabotaje y desestabilización, con el fin de fracturar el proceso bolivariano y minar la soberanía venezolana.

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