La Seremi de Salud de la Región Metropolitana abrió un sumario sanitario contra la Clínica Las Condes, tras recibir información que señalaba que el presidente del de la Clínica, Alejandro Gil, obligó a que le suministran una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus.
Alejandro Gil se presentó en el vacunatorio con a la gerenta de Enfermería, Andrea Gaete, pidiendo que se le pusiera una dosis de Pfizer, cuando ya había recibido las dos dosis de Sinovac. La enfermera de turno señaló que la situación estaba fuera de protocolo, de todos modos se obligó aplicar la vacuna.
La presidenta del sindicato de profesionales del recinto, Jesica Plá, denunció que “por la presión ejercida por la autoridad de la clínica frente al personal de enfermería para infringir los protocolos”. Se indicó además que se despidió sin derecho a indemnización a la coordinadora del vacunatorio, Carla Garrido, quien habría informado sobre la irregularidad.