(360Noticias) En un contexto marcado por la conmemoración de los 51 años del golpe cívico-militar contra el presidente Salvador Allende, la represión contra los manifestantes en Chile ha alcanzado un nuevo nivel de brutalidad, exacerbado por la participación de individuos extranjeros pertenecientes a la ultraderecha venezolana. Durante la tradicional Romería al Cementerio General, en la que familiares, amigos y diversas agrupaciones de derechos humanos recordaban a los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos de la dictadura de Augusto Pinochet, la violencia fue protagonista.
Alfonso Verdejo Bravo, un joven de 27 años, fue asesinado en medio de la represión brutal ejercida por las fuerzas policiales bajo el gobierno de Gabriel Boric, esto ocurre con el accionar tácito de elementos violentos de ultraderecha presumiblemente de origen venezolano. El ataque, que dejó como saldo tres personas apuñaladas, de las cuales una falleció mientras recibía asistencia en urgencias, ha sido atribuido directamente a la inacción y permisividad del gobierno frente a la creciente presencia de estos grupos radicales. Voluntarios del Observatorio Nacional de DDHH Anexppsa Chile, prestaron los primeros auxilios al joven apuñalado.
Uno de los individuos culpable del asesinato estaría detenido, sin embargo, aun no señalan su identidad real, y al amparo de que grupos chilenos de ultraderecha participaría.
Diversas organizaciones de derechos humanos han señalado la responsabilidad directa del gobierno de Gabriel Boric en estos trágicos hechos. No solo ha fallado en proteger a los manifestantes, sino que ha permitido la infiltración de elementos externos que, con claras intenciones criminales, han atacado a quienes ejercen su legítimo derecho a la protesta.